La Academia General del Aire (AGA) de San Javier cuenta desde este jueves con su nuevo sistema integrado de entrenamiento (ITS) que permitirá a los pilotos instruirse con la última tecnología existente en el mercado de cara al curso que inicia este año. Este incluye la compra de 25 nuevos aviones, simuladores y nuevos sistemas de apoyo logístico que han supuesto una inversión de 205 millones de euros.

Este nuevo sistema de formación, basado en la aeronave de fabricación suiza Pilatus PC-21 (E.27), cuenta con elementos de simulación y realidad aumentada, así como de una aviónica similar a los aviones de combate. La idea, según explica la AGA, es facilitar la transición de sus futuros pilotos a los modernos elementos que se emplean actualmente, como el Eurofighter, el A400M y el NH90, que están totalmente digitalizados.

El Pilatus PC-21 sustituye al veterano avión CASA C-101 (E.25), de fabricación española, que deja tras de sí 42 años de servicio, más de 285.000 horas de vuelo dedicadas a la formación de pilotos y más de 1.750 pilotos del Ejército del Aire y otros ejércitos y Armada instruidos.

La decisión de sustituir al C-101 surge de la necesidad de la AGA de adaptar la enseñanza a las exigencias de los cada vez más modernos aviones. Los sistemas de armas cada vez más modernos y caros demandan que los pilotos militares lleguen con una formación más completa y adaptada a las nuevas tecnologías y el E.25 se había quedado “obsoleto en muchos sentidos, ya que por ejemplo la cabina contaba con elementos analógicos”, apuntan desde la AGA.

En concreto, el nuevo sistema de formación y aeronaves adquiridas por el Ejército del Aire consta de dos segmentos. El terrestre, compuesto por 40 estaciones CBT (Computer Based Training), un sistema de aprendizaje vía tecnológica de los diferentes sistemas del avión que incluye test de control al final de cada lección; 12 estaciones MPS/MDS (Mission Planning System / Mission Debriefing System), que permiten, por un lado, planear misiones y descargarlas en el avión y en el simulador, y por otro, reproducir lo que el piloto ha hecho durante el vuelo o la simulación para que pueda aprender de sus errores; un sistema ETD (Egresos Training Device), un simulador para que los pilotos aprendan a conectar todos los elementos del equipo personal de vuelo del piloto al avión y practicar salidas de emergencia; dos simuladores de procedimientos CPT (Cockpit Procedures Training), que reproducen fielmente la cabina de la aeronave y sus controles; dos simuladores FTD (Full-Fight Training Device), que reproducen de forma casi exacta un vuelo real, excluyendo las sensaciones que producen las aceleraciones. Su instalación no se ha llevado a cabo todavía, ya que están supeditados a la finalización del edificio de Fuerzas Armadas que se está construyendo en la AGA y cuya finalización está prevista para finales de este año.

Por otro lado, se encuentra el segmento aéreo, compuesto por 24 nuevas aeronaves PC-21. Estos aviones son tecnológicamente mucho más avanzados que sus antecesores, ya que al ser aviones de turbohélices de un solo motor requieren de mucho menos combustible que los C-101, que tenían un motor de reacción. Por ejemplo, con una misión típica de la AGA un C-101 gastaba en torno a las 1.500 lbs, mientras que el PC-21 está consumiendo en torno a las 850 lbs, una reducción en el gasto de combustible de casi el 50%, así como una reducción de la emisiones de CO2.

Otra de las importantes mejoras que ofrece este sistema se encuentra en el cambio de concepto de mantenimiento. Se pasa de un modelo en el que hay que desmontar totalmente el avión para detectar averías, a un modelo informático denominado HUMS (Health Usage Maintenance System), que mide los parámetros de vuelo a través de sensores colocados en la estructura y el motor de la aeronave.

Menos gastos y horas de formación

Un total de 54 alumnos, 3 de ellos mujeres, se formarán con este nuevo sistema de entrenamiento en el presente curso 2022-2023, que arrancó el pasado 5 de septiembre. Previsiblemente el primer alumno comenzará el primer vuelo en una de las nuevas aeronaves la tercera semana de septiembre. 

El objetivo de la AGA es el de implantar progresivamente este nuevo sistema para “optimizar” gastos y tiempo de enseñanza. Según afirma la Academia, el coste de entrenamiento para un piloto militar basado en informes de otras fuerzas aéreas que lo emplean, como Francia y Suiza, se podría reducir en torno al 50% con la utilización de este nuevo sistema de enseñanza.

Por otro lado, la implantación progresiva de los nuevos elementos de formación durante los años venideros permitirá reducir el número total de horas de aprendizaje de 85 a 65 (teniendo en cuenta que cada vuelo dura una hora), según ha explicado a La Opinión el teniente general Enrique Biosca.

Los C-101 serán para la Patrulla Águila

A partir de ahora, los aviones C-101 serán dados de baja progresivamente y quedarán únicamente asignados a la Patrulla Águila. durante los próximos 10 años para alargar su vida útil. De esta manera, la Patrulla Águila queda desligada de la enseñanza en vuelo para convertirse en un escuadrón independiente, pero encuadrado dentro del Grupo de Fuerzas Aéreas de la AGA.