Este martes se hizo viral un vídeo en el que el propietario de una vivienda de Murcia junto a dos hombres más entró en su propiedad y echó a los okupas él mismo, sin recurrir a la justicia. La Opinión ha hablado con el dueño de la casa, Víctor (que prefiere omitir su apellido), cuya propiedad está ubicada en la Urbanización Los Ángeles, en la pedanía de El Esparragal.

El dueño relata que el domingo por la tarde volvió de la playa con su mujer y sus hijas, y fueron hasta la vivienda. No es su residencia habitual, sino su futura residencia habitual, que está "siendo reformada": "La compramos hace un año. Fuimos a recoger algunas cosas y, cuando llegamos allí metí la llave. Vi que no encajaba".

Fue entonces cuando, cuenta Víctor, salió el vecino para decirle que había estado intentando localizarlo, pero que no tenía su teléfono. "Os han entrado okupas", le dijo.

Así desalojan los dueños de una casa a los okupas que se colaron en su ausencia en Murcia

Así desalojan los dueños de una casa a los okupas que se colaron en su ausencia en Murcia L.O.

En ese momento, su mujer se puso a llorar "desconsoladamente" en el coche y las niñas también, por lo que decidió llevarlas a casa de su madre. Las dejó allí y tomó el camino de vuelta hacia la urbanización, aunque antes de llegar llamó a dos amigos muy íntimos para que le acompañaran y ver "qué había ocurrido realmente".

"Como no sabíamos qué nos íbamos a encontrar, cogimos el palo por si acaso y nos dirigimos allí con la intención de desalojar. He estado previamente envuelto en un proceso de desocupación que se ha dilatado cinco años, así que conozco perfectamente el tiempo y el marco legal. Fueron cuatro juicios, más de 20 denuncias y recursos, y no estaba dispuesto a volver a pasar por lo mismo en mi propia casa. El anterior fue un negocio, era algo diferente", comenta. Y añade: "Ya conozco la ley en este asunto y sé lo brutal que es en contra de los propietarios".

El propietario insiste en que entraron en la casa con la intención de desalojarla y lo consiguieron, y que en todo momento midieron "mucho lo que hicimos, no se levantó ningún palo en alto, no se ejecutó ninguna agresión, no se insultó a nadie. Lo más fuerte que se dijo fue 'a tomar por culo", subraya.

Los okupas se mostraron "cooperativos" por lo que fueron "invitándoles a salir". Al entrar en la casa y descubrir que había niños dentro, algo que desconocían previamente, uno de los tres hombres se acercó a ellos y les dijo "id al coche que enseguida sale papi". Los niños, cuenta Víctor, eran sobrinos de los adultos, y se fueron al coche por su propio pie hasta que salieron los demás con sus pertenencias.

"El resto de pertenencias que se quedaron dentro de la casa se las sacamos nosotros con ellos delante, llenaron el coche hasta arriba y se fueron", matiza. Respecto al resto de cosas que no se llevaron, les avisaron de que las dejarían en la puerta, en el exterior.

Los okupas habían roto las cerraduras y las habían cambiado, la de todos los accesos: la de la puerta principal la habían cambiado, la del acceso de vehículos estaba rota y la del acceso del sótano también. El dueño tuvo que cambiar de nuevo las cerraduras y poner una alarma.

Víctor aclara que no hay desperfectos dentro de la casa, que "no estuvieron tanto tiempo": "Metieron un sofá, un par de colchones, una cafetera y poco más, y todo se les dio". "De hecho -añade-, hay dos vídeos más que no se han difundido ni lo harán en los que se ve cómo los adultos vuelven a entrar con nosotros para recoger los últimos enseres".

Ante la pregunta de si prefiere enfrentarse a la justicia por haber echado él mismo a los okupas antes de haber seguido el proceso que marca la ley, Víctor es tajante: "Es más barata la multa que el abogado".

El pasado jueves, la Plataforma de Afectados por la Ocupación protestó frente al Congreso de los Diputados para pedir soluciones frente al aumento de este tipo de casos, "el vacío legal" y "cómo se aprovechan de ello los okupas, que se las saben todas".

Según datos de 2021 recogidos por el Ministerio del Interior, la ocupación ha aumentado en todo el país. Una de las comunidades más afectadas es precisamente la Región de Murcia, en la que ha crecido más de un 60,6% respecto al año anterior. Dos casas son okupadas cada día en la Región.