Los tres brotes de la enfermedad de Newcastle detectados en varias granjas de pollos de la vecina provincia de Almería en las últimas semanas ha puesto en alerta de los responsables de Sanidad Animal de la Región de Murcia para extremar el control sobre las granjas avícolas de la comunidad, aunque de momento no se ha detectado ningún foco en la Región, tal y como confirman desde la Consejería de Agua, Agricultura, Ganadería, Pesca y Medio Ambiente.

La enfermedad de Newcastle es una infección vírica relativamente frecuente en la cabaña avícola y extendida por todo el mundo. Afecta exclusivamente a aves y se transmite fundamentalmente por contacto entre animales infectados. No supone ningún riesgo para el ser humano desde el punto de vista de la seguridad alimentaria, pero en caso de brote se debe atajar sacrificando a los animales, como ha ocurrido con miles de pollos en Almería.

El primer foco se detectó el pasado 29 de junio, según la alerta enviada por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación a las autonomías y a la que ha tenido acceso La Opinión. En este caso, el brote se encontraba en una explotación avícola de Huercal-Overa (Almería) y la presencia del virus fue confirmado por el Laboratorio Central de Veterinaria de Algete.

La Consejería revisa el protocolo de actuación por si hubiera que inmovilizar animales o realizar analíticas

Este es el Laboratorio Nacional de Referencia de la Enfermedad de Newcastle en España, donde se confirmó que se trataba de una cepa de alta patogenicidad de esta enfermedad, descartándose asimismo la presencia del virus de Influenza Aviar.

La encuesta epidemiológica realizada en la explotación indicó que todas las aves se introdujeron en la granja para su engorde a principios de mayo, habiéndose producido desde entonces únicamente movimientos a matadero. El posible origen del foco se mantiene bajo estudio, aunque se considera a las aves silvestres como fuente más probable del virus.

Tras este primer brote, el Ministerio ha vuelto a alertar de dos más este pasado mes de julio en dos explotaciones de pollos también en la zona de Huercal-Overa, ambas en un radio de 3 kilómetros del foco declarado a final del mes de junio. Estas granjas contaban con un censo aproximado de 9.980 y 26.900 pollos.

Tras la primera alerta, los Servicios Veterinarios de la Junta de Andalucía adoptaron medidas de control en coordinación con el sector. Entre ellas, la inmovilización de la explotación afectada desde el momento de la sospecha del foco y la realización de una encuesta epidemiológica con objeto de conocer el posible origen y las explotaciones en riesgo por movimientos de personas y vehículos.

Además, se procedió a sacrificar a todo el censo de la explotación afectada y la posterior destrucción, en una planta de tratamiento autorizada, de los cadáveres, pienso y otras materias que pudieran facilitar la propagación del virus.

Aviso a los inspectores

Aunque en la Región de Murcia no se ha dado aún ningún caso de la enfermedad de Newcastle, fuentes de la Consejería de Agricultura explican que «lo que se ha hecho es avisar a nuestros inspectores y profesionales veterinarios que trabajan en el sector, así como las empresas avícolas para en el caso de que se detecte cualquier anomalía poder actuar lo antes posible».

También se ha revisado el protocolo de actuación previsto para estos casos por si hubiera que activarlo, para que así estuviera todo listo a nivel de inmovilización de movimientos de esos animales, control en los entornos y las analíticas a realizar, afirman.

El brote detectado en la provincia de Almería se trata del primer foco de la enfermedad de Newcastle en aves de corral en España desde noviembre de 2009, cuando se detectó en una explotación de aves cinegéticas en la provincia de Guipúzcoa.

Desde el Ministerio se recomiendan las medidas de profilaxis sanitaria, en particular el empleo de vacunas, así como el refuerzo de las medidas de bioseguridad en explotaciones avícolas.