La falta de lluvias desde la primavera ha obligado a activar la prealerta por sequía en la cabecera de la cuenca del Segura justo en el momento, además, en el que el Ministerio para la Transición Ecológica ultima la revisión del plan de cuenca del Tajo con el aumento del caudal ecológico a 8 metros cúbicos por segundo, lo que recortará hasta en 130 hm3 al año el trasvase (sumada la merma de agua por la modificación de las normas de explotación). Una medida que llegará, además, en el inicio del nuevo año hidrológico el próximo 1 de octubre.

El presidente de la Confederación Hidrográfica del Segura, Mario Urrea, asegura que el abastecimiento para el regadío está garantizado hasta octubre pero subraya que si no llueve en el otoño se declarará la situación de alerta por sequía, lo que conllevará restricción del agua para riego. Los embalses se encuentran al 40% de su capacidad. Esto supone unas existencias de 454 hectómetros cúbicos -77 hm3 en La Pedrera- de los 1.140 hm3 almacenables en los pantanos.

El problema añadido es que muchas comunidades de regantes de los municipios agrícolas siguen sin tener conexión con las desaladoras. La Mancomunidad de Canales del Taiblla (entidad que suministra agua para consumo urbano a 35 municipios de la provincia) mantiene operativa desde marzo una campaña parara fomentar el ahorro del uso del agua.

La Confederación confía en que el próximo otoño se produzcan nuevas precipitaciones que eviten la modificación de los indicadores de la cuenca del Segura y no se alcance el nivel de alerta. De no producirse esas lluvias a lo largo del otoño, y en función de los indicadores obtenidos, la Confederación contemplaría un cambio de escenario de cara al inicio del próximo año hidrológico dentro de un nivel de alerta, lo que «nos llevaría a actuar según lo establecido en el Plan de Actuación de Sequía aprobado en noviembre de 2018», tal y como señala el presidente del organismo de cuenca.

Algunas de estas medidas que contempla este plan son «restricciones al regadío y medidas de ahorro voluntario en el abastecimiento». Desde el organismo de cuenca se incide en que la situación actual del Segura es similar a la sufrida el pasado mes de marzo cuando la cuenca llegó al índice global de alerta que fue salvado gracias a las intensas precipitaciones registradas en la primavera.

Según los indicadores de escasez de la cuenca del Segura, actualizados a fecha 1 de agosto de 2022, esta se encuentra en nivel de prealerta. Al respecto, el Índice de Escasez del Sistema Global, que incluye las aportaciones propias de la cuenca y las recibidas por el trasvase Tajo-Segura, está en 0.367. Por zonas, la cabecera y la zona principal del Dominio Público Hidráulico (Murcia) están en situación de prealerta, mientras que la margen derecha e izquierda (Alicante) mantienen la normalidad de momento gracias al agua almacenada en el embalse de la Pedrera.

Los embalses se encuentran al 40% de su capacidad. Esto supone unas existencias de 454 hectómetros cúbicos de los 1.140 hectómetros que pueden almacenar los pantanos de la cuenca. Esta cifra supone un descenso de seis hectómetros cúbicos con respecto a los datos recogidos la semana pasada.

En la misma fecha del año pasado la cuenca disponía de 516 hectómetros cúbicos. Esto dato supone una merma de 62 hm en las reservas almacenadas del Segura en las mismas fechas. En cuanto a los embalses, el del Cenajo es el que posee una mayor cantidad de agua almacenada con 190 hectómetros cúbicos (43% de su capacidad), le sigue La Fuensanta con 84 hm (40% de su capacidad) y la Pedrera con 77 hm3 (33%).