Opiniones. En una tertulia de seres humanos que están esperando a alguien para completar dos mesas de dominó, un hombre dice: «Siempre igual, siempre igual; si el gobierno central dice una cosa, los de aquí dicen la contraria, si en Europa nuestros socios han puesto restricciones al gasto de energía en materialmente todos los países, aquí un par de espabilados que están al frente de sus comunidades autónomas han dicho que no piensan cumplir con lo que señale la ley que se está preparando para llevarla al Congreso, que yo me pensaba que lo de cumplir la ley era para todos, fíjate tú. En fin». «Al precio que se ha puesto el carburante, yo ya he empezado a hacer restricciones», dice otro. «Me parece que los de aquí, de Murcia, han dicho ahora que sí van a cumplir el decreto», añade un tercero.

Series. He terminado de ver El Mandalorian. Es estupenda.

Trabajos. A lo largo de los años recientes ser mecánico de automóviles era un oficio estupendo, se ganaban buenos sueldos y estos técnicos en automoción han sido siempre muy respetados por su sabiduría a la hora de enfrentarse con las averías de un motor. Parece ser que actualmente faltan vocaciones para esta profesión. Está claro que la mentalidad de los jóvenes actuales a la hora de decidir a lo que quieren dedicarse ha cambiado totalmente. Dicen que faltan 1.000 mecánicos en nuestra Región. Y también cientos de conductores de camiones, personal de hostelería y otros. Habrá que hacer lo que han hecho muchos otros países europeos, como Suecia, Alemania, Francia, etcétera, formar inmigrantes para que ocupen estos puestos de trabajo.

Paz. En los años sesenta cientos de miles de españoles emigraron a Alemania, Suiza y Francia para cubrir empleos que los locales no deseaban. Los mecánicos de automóviles españoles, precisamente, eran muy bien acogidos y pagados con sueldos que duplicaban o triplicaban lo que se pagaba aquí. En 1964, se celebró en España lo que llamaron los gobernantes ’25 años de paz’ y la gente de la calle decía que las letras PAZ eran las siglas de ‘Para Alemania Zumbando’.   

Alcachofas en verano. Una mujer al dueño de la frutería: «Las alcachofas que me vendiste ayer estaban moradas y hasta negras por dentro. Solo pude aprovechar la parte carnosa». El hombre le responde: «¿Y qué quieres que te diga? Dios sabe de dónde habrán venido esas alcachofas. ¿Qué pides? ¿Alcachofas buenas en verano?» Y ambos se ríen.

Falta de interés. En estos días de verano, en las emisoras de radio se da una situación especial: las locales, que tratan de cosas de sus pueblos y ciudades, suelen tener siempre mucho más interés que las nacionales con toda la matraca en marcha. En las grandes cadenas se nota mucho el tema de los sustitutos, que unos son mejores profesionales que otros, al igual que los guionistas. Una vez que se han acabado las noticias y comienza el entretenimiento, los contenidos son a veces tan cogidos por los pelos que te da incluso risa. «Hoy vamos a dedicar esta primera hora a saber qué opinan nuestros oyentes de los problemas de su infancia y adolescencia, así que pueden llamar por teléfono al número tal y contar sus experiencias. Contactaremos con un psicólogo muy prestigioso, primo de una de nuestras becarias, que nos ilustrará sobre este tema y lo vamos a pasar de miedo, oiga». Cosas de este tipo, más o menos.

Lujo. En los pueblos del Mar Menor, cuando llegan estos calores que estamos sufriendo en el presente verano, el único sitio en el que hace algo de fresco es en los callejones que dan al mar porque ahí sopla algo de aire. Tener una casa con la puerta a uno de estos callejones es un lujo asiático, porque el personal se saca su silla cómoda y se sienta al fresco. Qué poderío.

Pregunta difícil

Pregunta difícil

Un vecino me dice: «Oye, ¿tú cómo ves que la Nancy Pelosi haya ido a Taiwán a tocarle los cojones a los chinos?» Y, la verdad, no sé qué contestar.