«Frenar la generación de basura dispersa en el medio marino como contribución al objetivo de desarrollo sostenible de Naciones Unidas consistente en prevenir y reducir considerablemente la contaminación marina de todo tipo. Con este fin, a partir de la entrada en vigor de esta norma, los Ayuntamientos podrán regular las limitaciones de liberar globos de forma intencionada y de fumar en las playas, que se podrán sancionar en las ordenanzas municipales con arreglo al régimen de infracciones y sanciones de la presente ley».

Así reza el artículo 18.1.l de la Ley 7/2022, de 8 de abril, de residuos y suelos contaminados para una economía circular. La norma, que también apuesta por «desarrollar y apoyar campañas informativas de sensibilización sobre la prevención de residuos y el abandono de basura dispersa», entró en vigor en primavera y este es su primer verano, por lo que los alcaldes del litoral español, también del murciano, ya tienen potestad para modificar las ordenanzas y empezar a sancionar a quien se encienda un cigarrillo en la arena. Algo que, de momento, no está prohibido: solo se pide que no se haga en las playas consideradas libres de humo, aunque, en ese supuesto, tampoco se multaría al fumador.

Consistorios del litoral de la Región consultados por este diario confirman que no se ha reflejado en sus ordenanzas la modificación de la norma estatal, aunque recuerdan la importancia de establecer zonas sin tabaco, por una cuestión «de salud y también de respeto», apuntan.

Al comienzo del estío, la Organización Mundial de la Salud (OMS) aplaudía que en España hubiese medio millar de arenales sin humo. De ellos, una docena están en la comunidad murciana. Según los datos de la Consejería de Salud, se aconseja no fumar en playas de Mazarrón (Rihuete, Bahía Chica, El Castellar, La Reya y Nares), San Pedro del Pinatar (Villananitos, entre el muro del Club Náutico Lo Pagan y las instalaciones del Chiringuito Bitákora), Los Alcázares (La Concha), Águilas (Las Higuericas), Cartagena (La Chapineta), San Javier (El Pescador, en La Ribera, y dos espacios, en zona accesible, en las playas El Castillico, de Santiago de la Ribera, y Mistral, en La Manga).

Cabe recordar que en España, también en la Región, la competencia de la limpieza y cuidado de las playas es de los ayuntamientos en cuya zona se encuentre el arenal. Lo establecen así dos normas: la de haciendas locales, que da a los consistorios la gestión de los residuos, y la ley de costas, que les atribuye la higiene y salubridad de las playas. En el caso de la normativa aprobada en abril, y que se puede consultar en el Boletín Oficial del Estado (BOE), no se obliga a los ayuntamientos a que empiecen a prohibir fumar un cigarro en la toalla: únicamente lo aconseja.

Una colilla es un residuo que tarda una década en degradarse. De ahí que la Región lleve tiempo impulsando campañas de sensibilización, lo que lleva a los consistorios a tomar medidas, aunque sea la de la adhesión a tales campañas. ‘Lo normal es no fumar’, se lee en un mupi en la costa regional y es el lema de la iniciativa ‘Playas sin humo’, un programa de promoción de la salud y de protección del medio ambiente al que se apuntan doce arenales de la Región (eran 9 en 2020).

Barcelona, pionera

Las playas de Barcelona viven su primer estío sin humo de cigarrillo, tras la histórica decisión municipal de prohibir fumar en los 10 tramos del litoral. El primer verano sin humo culminará la prueba piloto de hace un año, cuando el tabaco se desterró en cuatro playas con fines no solo saludables sino medioambientales, para erradicar las contaminantes colillas de la línea marítima. 

El Ayuntamiento optó por erradicar el tabaco de las playas para que dibujen un espacio de «convivencia más saludable, con menos residuos y respetuosos con la defensa del medioambiente». P.CASTÁN.