La rehabilitación energética de una vivienda requiere de una inversión importante, pero conlleva toda una serie de ventajas a corto, medio y largo plazo. Mejora el confort y la calidad de vida de sus habitantes, supone un ahorro en la factura de la luz, aumenta el valor patrimonial del edificio, alarga su vida útil y mejoran las opciones de venta o alquiler. Pero los beneficios, además, también incluyen al planeta. Una vivienda energéticamente eficiente es la mejor aliada para combatir el cambio climático.

El gasto energético de los edificios residenciales en España pone de manifiesto la necesidad de adoptar medidas para revertir unos datos que no son positivos. El parque de viviendas consume el 30% del total de la energía, un porcentaje mucho mayor que en el resto de Europa, sobre todo porque cerca del 81% de los edificios tienen una calificación energética que se sitúa entre la E y la G, es decir, que son muy poco eficientes.

¿La buena noticia? Existe mucho margen de mejora y, en este sentido, los fondos Next Generation UE pueden ser el pistoletazo de salida para emprender el cambio a través de la rehabilitación energética de edificios y viviendas.

Estas son 10 obras de rehabilitación energética que se pueden realizar tanto en el exterior de un edificio como en el interior de una vivienda para ganar en sostenibilidad, eficiencia y confort:

Instalar placas solares

La energía solar permite reducir la huella de carbono, a la vez que supone un ahorro económico a la comunidad. Puede cubrir tanto el agua caliente sanitaria como la calefacción colectiva. El excedente se reincorpora a la red.

Instalar ventanas aislantes

La energía solar térmica permite reducir el impacto ambiental a la vez que ofrece un ahorro económico a la comunidad. Puede cubrir tanto el agua caliente sanitaria como la calefacción colectiva. El excedente se reincorpora a la red.

Protecciones solares

Es clave para rebajar la acción del sol en verano y, por lo tanto, reducir las necesidades de climatización, sobre todo en las ventanas de orientación suroeste. Pueden ser toldos, persianas o cortinas gruesas.

Ventilación mecánica controlada

Se trata de un mecanismo que permite renovar el aire del interior ajustándose a las necesidades climáticas de cada momento, evitando así los excesos de consumo.

Instalar un sistema de aerotermia

Se trata de una energía limpia, que permite substituir la caldera, la bomba de calor y el aire acondicionado.

Sistemas de gestión de la energía

La domótica permite usar las tecnologías digitales para monitorizar el consumo energético a tiempo real y, por lo tanto, actuar sobre él.

Electrodomésticos eficientes

La diferencia entre el consumo de, por ejemplo, una nevera de clase A con otra de clase Triple A puede llegar a ser de hasta el 60%. En el caso de una lavadora o un lavaplatos, se sitúa sobre el 30%.

Cambio de la iluminación

La substitución de las bombillas incandescentes por otras de LED pueden suponer un ahorro de hasta el 80% del consumo. Esto es conveniente tanto en el interior de la vivienda como en las zonas comunes.

Aislamiento térmico de la fachada

Permite contrarrestar los consumos excesivos de climatización debido a una mala construcción. Puede llevarse a cabo de diversas formas.

Punto de recarga coches eléctricos

El gran salto a la movilidad eléctrica no se producirá hasta que no se incorporen cargadores en los aparcamientos particulares. Se pueden instalar sistemas de recarga tanto en viviendas unifamiliares como garajes colectivos.