Hace unos días, la sede del Consejo Económico y Social de la Región de Murcia (CESRM) acogió la presentación del informe ‘El cooperativismo agroalimentario en la Región de Murcia: presente y futuro’, realizado por este organismo en colaboración con investigadores de la Universidad Politécnica de Cartagena bajo la dirección del catedrático Narciso Arcas.

El objetivo de este trabajo era, principalmente, conocer la realidad de estas empresas, así como sus fortalezas y debilidades ante la situación mundial actual y su funcionamiento en el mercado globalizado en el que operan.

Como explica Narciso Arcas, autor del informe, «el estudio es un diagnóstico de estas empresas y su evolución en los últimos años, los retos actuales y futuros a los que se enfrentan, y las acciones para afrontarlos de forma exitosa.

Los resultados del estudio revelan retos y oportunidades para las cooperativas agroalimentarias murcianas, la importante contribución que realizan a las tres dimensiones del desarrollo sostenible (económica, social y ambiental) y, en definitiva, al bienestar de las personas de las zonas donde se ubican y del conjunto de la sociedad, lo que suponen importantes fortalezas de estas cooperativas».

Así, el trabajo muestra con datos el crecimiento continuado de la facturación de estas empresas, subrayan los investigadores, «la importancia económica de las cooperativas agroalimentarias murcianas es manifiesta. Las 132 existentes suponen el 3,6% de las españolas y el 12,2% de las industrias agroalimentarias murcianas. Su facturación, en continuo crecimiento, representa el 4,5% de la correspondiente a las cooperativas españolas, el 55,8% de la producción de la rama agraria de la Región de Murcia y al 26,4% de las ventas de las industrias agroalimentarias murcianas. Asimismo, presentan una elevada y creciente vocación exportadora, duplicando en muchos parámetros a las de España. Exportan el 71% de las cooperativas murcianas y sus ventas en el exterior representan casi el 70% de su facturación total, duplicándose respecto a 2011».

Además, analizan su importancia social, acreditada por el número de empleos que generan, así como por el de socios que agrupan y de servicios que les prestan para mejorar la competitividad de sus explotaciones.

«El empleo directo de las cooperativas murcianas no ha dejado de crecer. Representa el 11,5% del generado por las cooperativas españolas y el 35,6% del creado por las industrias agroalimentarias de la Región de Murcia», explican.

«Asimismo, generan numerosos puestos de trabajo indirectos y contribuyen a mantener el elevado número de empleos de las explotaciones de sus socios. En el primer caso, porque los generados por el entramado de empresas auxiliares subsisten, en parte, por las relaciones comerciales que mantiene con las cooperativas. Y, en el segundo, porque el elevado número de servicios que prestan a sus más de 15.000 socios, entre los que destacan los de comercialización, información, asesoramiento técnico y suministro, les ayudan a que sus explotaciones reduzcan sus costes de producción, incrementen sus ingresos y, en definitiva, sean más eficientes y sobrevivan. Además, a través de estos servicios, las cooperativas ayudan a que las explotaciones de sus socios afronten los desafíos de los acontecimientos mencionados, motivo por el que si bien suponen para ellas importantes retos también les ofrecen grandes oportunidades».

En cuanto a la importancia de la dimensión ambiental del desarrollo sostenible, las cooperativas agroalimentarias murcianas destacan, según resalta el informe, por la promoción que realizan de la agricultura ecológica, la adopción de un elevado número de prácticas sostenibles en el desarrollo de su actividad y las acciones que llevan a cabo para informar, concienciar y asesorar a los socios, con la finalidad de que también las adopten en sus explotaciones.

Así, la facturación en productos ecológicos ha experimentado un crecimiento continuo, representando el 15% de su facturación total y el 20% de la que presentan las cooperativas españolas.