La cooperativa agraria Cobuco se encuentra situada en el municipio de Bullas y cuenta con socios de diferentes zonas de la Región (Bullas, Cehegín, Mula, Caravaca). Fue creada en 1989 tras la unión de las agrupaciones Cobuco y Fruseco, con el objetivo inicial de la comercialización conjunta de la producción de albaricoque de los 11 primeros socios.

En la actualidad, la cooperativa cuenta con más de 1200 socios y está reconocida como organización de productores en la categoría de frutas y hortalizas (OPFH).

Sus socios cultivan almendro y fruta de hueso, cuya producción dedican a cremogenados o puré de fruta para destinarlo a la elaboración de zumos, néctares, mermeladas, compotas, cremas de frutas, yogures con fruta o helados.

«Contamos con la última tecnología para la elaboración de puré de fruta de máxima calidad y lo exportamos tanto en el mercado nacional como internacional, en un proceso en el que aprovechamos toda la materia prima», asegura Juan Pascual López.

Así, los socios de Cobuco están dedicados al cultivo de albaricoque, tanto búlida como murciano, y melocotones de diferentes tipos como catherina, Carson, andros o suanell.

Por último, Cobuco cuenta con más de 4.500 hectáreas de almendro repartidas por distintas zonas de la Región que producen alrededor de 4.000 toneladas en cáscara y de las que aproximadamente el 30% de estas hectáreas son de agricultura ecológica.

Las variedades de almendra que produce la cooperativa son desmayo, marcona, garrigues, atocha, ferragnès, ferraduel y guara.

Servicio a los socios

Pero si por algo destaca el trabajo de Cobuco, aseguran desde la cooperativa, es por seguir cada año comprometidos con la calidad de sus productos, procesos y servicios, así como fomentar la buena relación con clientes y proveedores.

«En Cobuco cumplimos de manera estricta con todos los requisitos del sistema de gestión de calidad y ambiental, así como la legislación, y reglamentación aplicable, incorporando en todos los procesos las medidas necesarias para la prevención de riesgos laborales, convencidos de que la seguridad e higiene de los trabajadores repercute directamente en la calidad de nuestros productos».

Con todo ello, en Cobuco inciden también en la continua cualificación y satisfacción de su personal e impulsando la participación activa la mejora continua, «factor que consideramos un valor estratégico de competitividad para la Cooperativa».

Asimismo, todos los productos de la cooperativa cuentan con las certificaciones de calidad y protocolos de seguridad más importantes del mercado.

Sostenibilidad y buenas prácticas

En las instalaciones de Cobuco se puede apreciar la apuesta continua por el crecimiento de la cooperativa, que cuenta con una tienda de suministros y diferentes surtidores de gasóleo, así como una moderna área de oficinas, diferentes naves y un almacén de cremogenado. Asimismo, tiene instalada una partidora y un almacén destinado a la cosecha de almendras.

Unos de los aspectos más destacados de la cooperativa es que fue pionera en la instalación y uso de energía solar, tanto para uso de la cooperativa como para comercialización. Y es que uno de los pilares de la filosofía de Cobuco es su compromiso con el medio ambiente y la producción sostenible: «Fomentamos prácticas de cultivo y técnicas de producción y de gestión de los residuos respetuosos con el medio ambiente, en especial para proteger la calidad de las aguas, del suelo y del paisaje y para preservar y/o potenciar la biodiversidad», señalan desde la empresa, que se define a sí misma como «una cooperativa de agricultores al servicio de sus clientes y trabajadores».

«Nos encontramos inmersos en un mercado cada vez más globalizado y competitivo y por esta razón en nuestra gestión empresarial siempre están presentes varios objetivos que consideramos fundamentales, como el hecho de que algunas de nuestras actividades de producción pueden tener impacto en el medio ambiente, por lo que llevamos a cabo una política con la que intentamos prevenir la contaminación», añaden.

Así, desde Cobuco analizan todos los procesos para «promover las medidas a nuestro alcancen que nos ayuden a minimizar los impactos que generamos, comprometiéndonos de este modo con la prevención de la contaminación ambiental».

En este sentido, entre los objetivos que la cooperativa se marca para cumplir rigurosamente su política de calidad, medio ambiente y prevención de riesgos se encuentra el desarrollo de productos y servicios en función de las expectativas y satisfacción de los clientes, realizando una mejora continua en los procesos de trabajo.

Asimismo, apuestan por la cultura del desarrollo sostenible en sus pautas de producción y consumo, «consiguiendo de esta forma aumentar la sensibilización e impulsar la ecoeficiencia, la ecoinnovación y la responsabilidad ambiental», remarcan.

Además, en Cobuco siguen desarrollando sus formas de trabajo para adaptarse a las demandas del mercado, con productos agrícolas vegetales transformados destinados a la alimentación humana de acuerdo a las Certificaciones Halal y kosher, «pudiendo con ello cumplir con las expectativas y satisfacción de nuestros consumidores y clientes».

Asimismo, en la cooperativa de Bullas trabajan a diario para prevenir la contaminación mediante la aplicación de medidas organizativas y constructivas que sean «adecuadas y viables, dentro del marco de su competencia y de sus recursos», implicando en ellas a todos los miembros de la organización en el desarrollo y mejora de dicho sistema de calidad y medio ambiente.