La nueva desembocadura del Albujón contará con un humedal seminatural que ensanchará el tramo final del cauce para que, aprovechando un terreno entre la carretera de El Carmolí y la autopista AP-7, las aguas recirculen por este espacio para ser descontaminadas. La ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha visitado este jueves la zona donde se proyectará esta bocarrambla que ocupará un espacio de 40 hectáreas. Esta superficie húmeda contará con 3.500 plantas de especies que ayuden a ‘consumir’ los compuestos tóxicos que lleguen hasta la desembocadura.
El humedal tendrá una capacidad para retener 0,5 hectómetros cúbicos de agua, lo que contribuiría a reducir los efectos de las avenidas más frecuentes. Con los calados planteados para este espacio se podría desarrollar en su interior un carrizal que ralentice las aguas, contribuya a la deposición de sedimentos y a la eliminación de los nitratos y otros nutrientes como los fosfatos que estén presentes en las aguas. Además, está prevista una zona de mayor profundidad, lo que evitaría la presencia de carrizos y permitiría la existencia de una lámina de agua libre, que podrá servir de hábitat para la fauna protegida.
El Ministerio plantea la construcción de islas interiores para favorecer la presencia de especies como la cerceta pardilla, mientras que otras partes se han diseñado sin vegetación para consolidar poblaciones de aves acuáticas amenazadas como charranes, charrancitos, pagazas o la gaviota de Audouin. Parte de los bordes de la laguna se diseñarán en forma de talud para lograr la nidificación de aves insectívoras, como abejarucos o aviones zapadores. Finalmente, en la orla del humedal se instalarán cajas nido para otras especies, esencialmente murciélagos, favoreciendo así el control de especies de insectos, y un mayor equilibrio ecológico en el ámbito litoral.
Balsas de biorreactores
El proyecto planteado por el Ministerio deberá ser compatible con las balsas de biorreactores que el Gobierno regional construirá a partir de septiembre cerca también de la desembocadura del Albujón. Las obras, que costarán cuatro millones de euros, permitirán construir 15 balsas que eliminarían entre un 70 y un 80% de los nitratos que circulan por la rambla.
La capacidad de estas balsas, que eliminarán los nitratos empleando astillas de madera, ayudarían a tratar 6,3 hectómetros cúbicos de agua al año. El proyecto acompañaría al tratamiento de caudal aguas abajo en el nuevo humedal que plantea el Ministerio, más otro filtro de 12 hectáreas cerca de la desembocadura donde se bombeará agua del subsuelo.