Las plantillas de las empresas que integran el grupo Repsol estarán entre las primeras que irán a la huelga para exigir subidas salariales que permitan recuperar el poder adquisitivo perdido con la inflación. Cerca de 1.300 trabajadores de la petrolera están llamados a la huelga los días 15, 16 y 17 de julio y 13, 14 y 15 de agosto. El paro está convocado para reclamar a la multinacional subidas salariales equivalentes a la inflación desde el año 2020 en la negociación del X Acuerdo Marco, según ha informado el secretario general de la sección sindical de UGT en la compañía, Agustín Pérez. La huelga coincide con la operación salida del verano que arranca tradicionalmente a mitad de julio y el regreso de las vacaciones a mediados de agosto.
Según sus cálculos, Repsol emplea a unos 200 trabajadores en las gasolineras que la petrolera tiene en la Región, a los que se suman los 900 empleados de la refinería de Escombreras y los 60 de la planta de Butano. En toda España el grupo tiene 16.000 trabajadores. Agustín Pérez precisó que, al tratarse de empresas que desarrollan servicios esenciales, el Gobierno central establecerá los servicios mínimos que deberán programarse para los días de paro.
Explicó que los sindicatos quieren incluir en el Acuerdo Marco que regula los convenios colectivos de todas las empresas del grupo Repsol el compromiso de recoger cláusulas de revisión salarial que garanticen a los trabajadores la recuperación del poder adquisitivo perdido a causa de la inflación. Recuerda que la multinacional «está teniendo unos beneficios récord en el primer semestre de este año» y se prevé que continúen en la segunda mitad de 2022, por lo que no ve excusas para no aceptar que los salarios suban lo mismo que los precios.
Según informa la Federación de Industria de USO, «Repsol está en beneficios máximos históricos, con 2.500 millones en 2021 y casi 1.400 solo en el primer semestre de 2022». Apunta que, en función de «este volumen de beneficios, una subida salarial ligada a la inflación para sus trabajadores es irrisoria en cuanto a gasto empresarial. Hablamos de un 6,5% retroactivo sobre los salarios de 2021 y, aunque el cierre de 2022 es incierto, ya soportamos una inflación del 10,2 %, con lo que el aumento debe ofrecerse en consecuencia». Añade que «los trabajadores llevan desde 2019 con sus salarios congelados, mientras Repsol pulveriza récords de ganancias».
