Mejorar el diagnóstico de la trombosis y contribuir a un mejor manejo clínico de los pacientes portadores es el objetivo que persigue el grupo de investigación de Hematología y Oncología Clínico-Experimental perteneciente al IMIB y el Departamento de Medicina de la Universidad de Murcia con el último estudio en el que se ha identificado un nuevo mecanismo implicado en la deficiencia de antitrombina, la trombofilia congénita más grave.  

El profesor Javier Corral ha liderado este estudio junto a grupos de investigación de Francia y Noruega y han arrojado datos como qué defectos de glicosilación (cadenas de azúcares adicionadas intracelularmente a la proteína) pueden causar la aparición de la deficiencia de antitrombina. 

María Eugenia de la Morena-Barrio y demás colaboradores han identificado dos nuevas variantes en el gen que codifica a la antitrombina (gen SERPINC1) que afectan a la N-glicosilación. Estas variantes fueron identificadas, mediante sistemas de secuenciación masiva, en cuatro pacientes no relacionados que presentaron trombosis tempranas y frecuentes, y que tenían una actividad de antitrombina aparentemente normal, según los diagnósticos rutinarios. Los experimentos realizados determinaron la incapacidad por parte de la variante de antitrombina de inhibir correctamente al primer elemento de la cascada de la coagulación, el Factor VII, lo que justificaría el descontrol de la coagulación y el riesgo trombótico de estos pacientes. Estos resultados reflejan por qué estas alteraciones pasarían desapercibidas en los laboratorios hospitalarios y consolidan que la deficiencia de antitrombina es un desorden infradiagnosticado.

Además, este estudio, publicado en la revista Blood Advances, mostró el papel que tienen los aminoácidos lisina cercanos a la secuencia de N-glicosilación en el deterioro de la adición de estos azúcares, un proceso biológico clave para muchas proteínas.

Con este trabajo se demuestra que la deficiencia de antitrombina está infravalorada y los investigadores proponen el desarrollo de nuevas pruebas funcionales y genéticas para poder diagnosticarla.