La mayor parte de las personas en exclusión social en la Región de Murcia viven en hogares sustentados por hombres, residen en áreas urbanas y son españolas, según se desprende del Informe sobre Exclusión y Desarrollo Social en la Región de Murcia, elaborado por Cáritas y la Fundación Fomento de Estudios Sociales y de Sociología Aplicada (Foessa).
El citado informe concreta que «el grupo más numeroso dentro del espacio social de la exclusión es el de las personas que viven en hogares cuyo sustentador principal es un hombre», dado que «este tipo de hogares acogen a más de 300.000 personas y suponen ocho de cada diez personas en situación de exclusión (81,3%)».
Este colectivo de personas en situación de exclusión social y residentes en hogares sustentados por hombres representa un 20,6% del total de la población de la Región de Murcia.
Le sigue la población residente en áreas urbanas: el 68,7% de la población en situación de exclusión social (en total, cerca de 265.000 personas) que representan el 17,4% del total de la población de Murcia.
También resulta ampliamente mayoritario, en el espacio de la exclusión, el grupo formado por personas de nacionalidad española: representan el 64,8% de todas las personas en situación de exclusión (en total, cerca de 250.000 personas) y suponen el 16,5% del total de la población de la comunidad.
Foessa y Cáritas ponen el acento en «el peso específico, dentro del espacio social de la exclusión, de los hogares no monoparentales, que representan cerca de seis de cada diez hogares en situación de exclusión (el 61,9%); en total unas 239.000 personas, el 15,7% de la población de la Región».
Se plantearon los impulsores del estudio cuáles son en la comunidad murciana los grupos con menor peso en el espacio social de la exclusión. En este sentido, refleja el informe que «algo menos de 4.000 personas residentes en hogares cuya persona sustentadora principal cuenta con estudios superiores engrosan en Murcia las filas de la exclusión social, representando apenas el 1% de todas las personas en esa situación». En la misma línea, detalla que «también tienen una presencia reducida en el espacio social de la exclusión los hogares unipersonales».
A este respecto, concreta el estudio que «las 16.600 personas que viven solas y están en situación de exclusión social apenas representan el 1,1% de la población de Murcia y en torno al 4,3% de las personas en situación de exclusión. En la misma línea, «resulta muy minoritaria la presencia, dentro del colectivo de las personas en situación de exclusión, de otros colectivos, como las personas de 65 y más años o el de residentes en hogares sustentados por personas de 65 y más años y los hogares cuya persona sustentadora principal está jubilada o prejubilada».
El coronavirus lo agravó
Por otro lado, «las situaciones de exclusión social en el eje relacional se han incrementado de manera importante en el conjunto del país con la crisis de la covid, pasando de afectar a un 7,4% de la población en 2018 a un 12,1% en 2021». Además, en Murcia el incremento ha sido incluso mayor, pasando el porcentaje de la población afectada por situaciones de exclusión social en el eje relacional del 3,9% al 10,8% entre los años 2018 y 2021.
Sentencia el estudio que «sin duda, los periodos de confinamiento han puesto a prueba la convivencia en los hogares, generando conflictos que se ven reflejados en el aumento de la exclusión en esta dimensión».
De este modo, «el incremento ha sido aún más pronunciado en el caso del aislamiento social, que ha aumentado del 0,7% al 5,4%, a diferencia del conjunto de España donde se ha mantenido sin cambios en torno al 3%», puntualiza el documento.
Tanto en Murcia como en el conjunto del país el aumento de los problemas en la dimensión del conflicto social parece ser una de las principales consecuencias de la crisis sociosanitaria.
