La Opinión de Murcia

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Agricultura

El vino español se une para que Bruselas no aplique políticas "talibanes" a las bebidas alcohólicas

El nuevo reglamento de la UE pone en alerta al sector y a las DO de la Región, que consideran las medidas «desproporcionadas e injustas»

Los europarlamentarios del PP, reunidos con representantes del sector del vino de España. | L.O.

El secretario general de la Federación Española de Vinos y Licores, José Luis Beneyto, considera que la Comisión Europea no debería aplicar políticas «talibanes» en sus estrategias alimentarias ni seguir las recomendaciones de la Comisión Especial sobre Lucha contra el Cáncer (‘Informe BECA’), que propone incorporar una advertencia sanitaria en bebidas alcohólicas, incluido el vino y el cava, para avisar sobre los riesgos asociados al cáncer.

Aunque el debate no está terminado en el seno de las instituciones de la UE, en 2023 la Comisión Europea sí podría cambiar el reglamento sobre etiquetados de los alimentos y bebidas, en los que algunos representantes de la Dirección General de Salud y Seguridad Alimentaria proponen advertir a los consumidores de que las botellas de vino incluyan mensajes como los que figuran en las cajetillas de tabaco, con sus letreros de ‘Fumar mata’.

Beneyto, quien advierte de que el vino es uno de los principales sectores exportadores agroalimentarios fuera de la Unión Europea, junto con representantes de las Denominaciones de Origen de Rioja, Ribera del Duero, Jerez, Somontano, Madrid, Valencia, Rías Baixas, La Mancha y del Cava, ha mantenido una reunión de trabajo con los eurodiputados del PP en el Parlamento Europeo Dolors Monserrat y Juan Ignacio Zoido. España se juega mucho, ya que es el tercer productor mundial de vino del mundo, con casi 950.000 hectáreas de viñedo, 42 millones de hectolitros de producción y cuyas 4.300 bodegas generan un negocio de 5.300 millones de euros y exportan a 189 países.

La Región de Murcia se juega un mercado importante en Europa. El 70% de la producción en las DO locales se exporta a países comunitarios, sobre todo del norte del continente. Silvano García, presidente de la DO de Jumilla, destaca al vino como una bebida que consumida con responsabilidad tiene beneficios en la salud, pero en exceso «hay evidentemente connotaciones negativas». El cliente de este producto «tiene unas costumbres gastronómicas y una dieta de calidad» y reclama diferenciar entre bebidas destiladas y fermentadas, ya que las primeras «causan más adicción».

«Es el cuento de nunca acabar. El sector del vino tiene claro que el consumo moderado, en el marco de la cultura mediterránea, no produce ningún perjuicio para la salud. No hay evidencias científicas», recuerda Beneyto. «Hay demasiados lobbies que luchan contra el consumo de alcohol y algo hay que hacer», ha comentado el secretario general de la Federación Española de Vinos.

El presidente de la DO Jerez, César Saldaña, considera que la coordinación resulta «clave» en España para frenar iniciativas como la reciente ‘Declaración de Oslo’, firmada el pasado 16 de junio por diversas asociaciones europeas , en la que se equipara las drogas y el alcohol como causantes de «devastadores problemas» para la salud y se criminaliza el consumo de bebidas como el vino.

Francisco Carreño, presidente de la DO Bullas, define los planes de Europa como «medidas desproporcionadas e injustas». El sector del vino es un «motor económico y cultural en la Región», con tres DO (Jumilla, Bullas y Yecla), «no fomentamos el consumo de vino exagerado sino uno moderado».

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