La Opinión de Murcia

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Educación

Un acceso a la universidad sin puente desde Bachiller

Un barómetro de la UMU constata la falta de información de los alumnos preuniversitarios sobre la oferta de grados y las salidas profesionales, a lo que se suma el condicionante de la falta de dinero

EBAU en Murcia Juan Carlos Caval

Los estudiantes de Bachillerato de la Región de Murcia lo pasan mal a la hora de escoger un futuro académico dentro de la universidad. Una tercera parte de los alumnos de esta última etapa escolar antes de acceder a los estudios superiores conoce poco o nada sobre las salidas profesionales que les interesa. En el último curso de Bachiller, el mismo porcentaje de alumnos dice no tener información sobre los grados universitarios en general, pero es que en primero este problema afecta a la mitad de ellos.

El barómetro ‘Inquietudes y percepción sobre la universidad de los estudiantes de Bachillerato de la Región de Murcia’, encargado por el Consejo Social de la Universidad de Murcia y elaborado por el profesor y coordinador de Secundaria de esta institución, Antonio Guirao, constata la falta de orientación que existe en esta etapa a la hora de que los alumnos escojan después de la EBAU una carrera universitaria. Esa desconexión informativa entre una etapa educativa y otra puede afectar «al futuro académico y profesional» de los más jóvenes, advierte Juan Antonio Campillo, presidente del Consejo Social.

Muy pocos de estos estudiantes hacen uso de las vías de información que ofrecen las universidades para vender su oferta, pero es que un tercio de los encuestados señala que se informa antes por amigos o familiares. Aunque más de la mitad se acaba informando por su instituto y por la web de la UMU, los resultados evidencian que los orientadores de los centros y las universidades no acaban por resolver «las inquietudes» de los alumnos.

Entre otras cuestiones, el informe refleja que un tercio de los alumnos de Bachiller cree que su economía familiar condicionará la carrera que elija para estudiar. Ante esto, quienes están en esta situación y elegirían la UMU para estudiar un grado, gran parte lo hace porque el título que quieren se oferta cerca de casa y pueden seguir viviendo con sus padres. Entre aquellos que han optado por la modalidad de Artes y Humanidades en el instituto, más del 50% señala que les preocupa la situación económica, mientras que en el caso de los estudiantes de Ciencias este porcentaje es inferior al 35%. Una de las causas posibles de esta diferencia, razona Guirao, podría estar en que una parte importante de los alumnos de esta última modalidad tiene padres trabajando en este campo profesional con una buena condición socioeconómica. En este marco, el estudio señala que la nota media de los alumnos cuyos padres tienen estudios universitarios es medio punto más alta.

Condicionantes entre los jóvenes

Varias cuestiones surgen como un muro mental en la cabeza de los alumnos, como por ejemplo si las notas de la EBAU realmente cumplen la función de reordenar notas y de ‘seleccionar’ a los alumnos para las carreras universitarias, o la amplia oferta académica con mucha diversidad de títulos que terminan por ensombrecer a los estudios de Formación Profesional o de régimen especial que también tienen acreditación de grado, apunta el profesor Guirao. Pese a este desconocimiento de otros estudios, el 95% apunta a que irá a la universidad y tres de cada cuatro lo hará en la Región de Murcia. Solo un 3% iría a estudiar al extranjero.

Los estudiantes se enfrentan a «un mercado laboral dinámico y cambiante» que desconocen en gran parte, señala el autor del barómetro, al tiempo que reflexiona si es necesario revisar la oferta de plazas de cada grado atendiendo a la demanda más alta que tenga un título sobre otro. Guirao insiste en la necesidad de cambiar el modelo de orientación «para que los estudiantes acierten a la hora de elegir su formación» y se termine así con el abandono educativo temprano en la universidad (una de cada diez universitarios dejan su carrera el primer año). «Quizá hay que adecuar las vocaciones e intereses de los estudiantes, porque a lo mejor no tienen que ir necesariamente a la universidad y su itinerario es otro pero no lo conocen; o la vocación no está bien definida». Al respecto, el vicerrector de Profesorado de la UPCT, Luis Javier Lozano, reflexionó sobre una cuestión a la que considera que se debe dar importancia: «¿Debemos orientar a los estudiantes de Bachiller a nuestra oferta académica, o debemos repensar nuestra oferta académica en función de lo que nos digan orientadores o los propios estudiantes?».

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