Fue en 2019 cuando se conoció que el Ayuntamiento de Murcia había concedido una subvención a una asociación llamada Mater Familiae que decía «corregir la desviación sexual». El PSOE, entonces en la oposición, recordaba que «esas supuestas terapias han sido desautorizadas por la comunidad científica internacional y tan sólo son defendidas por los grupos afines a la extrema derecha, cuando hay incluso comunidades autónomas y países que las han prohibido de forma expresa por considerar que atentan contra la integridad de las personas». El Grupo Parlamentario Socialista busca también que el Gobierno regional se retrate y por eso registró el mes pasado una moción para instarle a que prohíba expresamente la realización de terapias de conversión de la orientación y la identidad sexual.
La Ley de Igualdad LGTBI de 2016 prohíbe este tipo de ‘charlas’ pero solo en centros sanitarios públicos. Además, tal y como explica el diputado socialista Antonio José Espín, la norma está aún por desarrollarse y aún quedan reglamentos por hacer. «Murcia tiene que prohibirlo expresamente como han hecho ya cuatro comunidades. El PP tendrá que decidir hacerlo o seguir sumándose a las políticas de la ultraderecha», sentencia.
No obstante, la ley estatal de Igualdad LGTBI se encuentra en fase de tramitación y también incluye la prohibición de este tipo de terapias.
Asesinatos por LGTBIfobia
La moción del PSOE también insta al Ejecutivo murciano a incentivar la participación, la colaboración y las actividades con las organizaciones del colectivo LGTBI que trabajan con las víctimas de los delitos de odio y a impulsar la formación, la sensibilización y concienciación de los miembros de las distintas administraciones implicadas en el proceso de atención y apoyo a las víctimas de LGTBIfobia.
Asimismo, exige al Gobierno regional que se persone como acusación popular en los asesinatos motivados por LGTBIfobia, que aún no hay que lamentar en la Región.
«Al colectivo llegan denuncias que no terminan en la Policía»
El presidente del colectivo No Te Prives de la Región, Jesús Costa, lamenta que las denuncias por LGTBIfobia que le llegan «luego no se trasladen a la Policía». El último caso, un par de lesbianas que fueron insultadas por darse un beso en la calle en el barrio del Carmen de la capital murciana.
«Por este tipo de situaciones estamos empeñados en que haya un teléfono como el 016 para la violencia machista en el que poder denunciar las agresiones LGTBIfóbicas», asegura.
Efectivamente, una encuesta sobre delitos de odio del Ministerio del Interior realizada en el año 2021 desvela que en torno al 90% de este tipo de delitos se quedan sin denunciar. Por otra parte, el estudio también indica que la mayoría de las víctimas prefieren acudir a las asociaciones del colectivo antes que a la Policía y que más del 50% de las personas que sí denunciaron haber sido víctimas de un delito de odio consideran que el trato recibido por parte de quien atendió esas denuncias, así como la asistencia y el apoyo recibidos tras las agresiones, fueron insatisfactorios.
Aumento de las agresiones
En el año 2021 se produjo un incremento del total de los delitos de odio de más de un 40% respecto a 2020. Según Interior se recibieron un total de 1.802 denuncias de este tipo (530 más que el año anterior), lo cual supone un récord en la serie histórica desde que se contabilizan estos hechos.
