La Consejería de Agua, Agricultura, Ganadería, Pesca, Medio Ambiente y Emergencias, a través de su Dirección General de Ganadería, Pesca y Acuicultura, ha convocado ayudas a la apicultura para el ejercicio 2022 por un importe total de 715.681 euros, lo que supone un incremento de 102.000 euros con respecto a las concedidas en 2021.

Estas ayudas tienen como finalidad apoyar actividades e inversiones enfocadas a la mejora de la producción y comercialización de los productos apícolas, siempre que hayan sido realizadas dentro del período de la actual campaña apícola (del 1 de agosto de 2021 al 31 de julio de 2022).

Concretamente, las actividades e inversiones subvencionables son la asistencia técnica a los apicultores y a organizaciones de apicultores; la lucha contra las agresiones y enfermedades de las colmenas; la racionalización de la trashumancia; las medidas de apoyo a los laboratorios de análisis de productos apícolas, para ayudar a los apicultores a comercializar y a valorizar sus productos; las medidas de apoyo a la repoblación de la cabaña apícola; y la mejora de la calidad de los productos, con objeto de explotar el potencial de los mismos en el mercado.

Cada una de estas líneas de ayuda engloba actuaciones concretas que vienen definidas en la Orden de Convocatoria, junto a su respectiva cuantía y límites de ayuda. A modo de ejemplo, podrán ser objeto de ayuda actuaciones como la contratación de técnicos y especialistas para la información y asistencia técnica a apicultores; ciertos tratamientos contra varroosis; sistemas de protección o vigilancia antirrobo o de geolocalización de las colmenas; o la adquisición de equipos, kits y otro material para análisis de la miel y otros productos apícolas.

Asimismo, se auxiliarán inversiones para la cría o la adquisición de reinas (tanto fecundadas como sin fecundar), la contratación de servicios de análisis de miel o los gastos de diseño e imagen, entre otros.

A estas ayudas, que serán gestionadas por la Dirección General de Política Agraria Común de la Consejería, podrán concurrir los 604 apicultores que hay en activo en la Región (que cuentan con un total de 112.334 colmenas), así como las agrupaciones apícolas regionales (AMAP, AARM o APIMED), a las que actualmente están asociados 369 titulares de explotaciones apícolas. El plazo de presentación de solicitudes es de 15 días naturales, contados a partir del miércoles 8 de junio.

La financiación de estas ayudas procede en un 50 por ciento del Fondo Europeo Agrícola de Garantía (FEAGA) y el resto, a partes iguales,de la Administración General del Estado y la Comunidad Autónoma.

Desde octubre de 2014, y hasta la presente convocatoria, la Consejería de Agricultura ha gestionado ayudas al sector apícola regional por más de 2.750.000 euros, a las que hay que sumar las concedidas en el período 2014-2020 para proyectos de innovación relacionados con la apicultura, incluidos en el Programa de Desarrollo Rural o en proyectos de desarrollo rural de la iniciativa comunitaria Leader, con lo que la cifra asciende a más de 3,1 millones. Además, la Consejería ha previsto subvenciones al sector de 1,3 millones incluidas en el Plan Estratégico de la PAC para la Región de Murcia durante el período 2023-2027.

La conservación de los insectos polinizadores es fundamental para mantener el equilibrio del ecosistema y garantizar la producción de alimentos. En este sentido, es importante destacar que gran parte de los cultivos agrícolas y de las plantas silvestres dependen de algún modo de los polinizadores, tanto de los silvestres como de los domésticos procedentes de la apicultura.

Es necesario abundar en la importancia de mantener y promover la máxima diversidad posible de polinizadores alrededor de los cultivos agrícolas de manera permanente, no sólo para incrementar la calidad y productividad de la explotación sino también para controlar de forma biológica la presencia de plagas como la cochinilla, el pulgón o la mosca blanca.

La Consejería de Agricultura ha organizado durante los últimos años algo más de medio centenar de cursos formativos relacionados con agricultura ecológica y códigos de buenas prácticas, en los que, entre otras cuestiones, se ha animado a los agricultores a desarrollar prácticas agrícolas sostenibles enfocadas a la protección de los insectos responsables de esta labor polinizadora, cuyo valor económico se estima en más de 10.000 millones de euros anuales en la Unión Europea.