No hay una «modificación estructural» de calado en el nuevo mapa de riadas. El concejal de Urbanismo de Murcia, Andrés Guerrero, valora negativamente los trabajos de revisión que ha realizado la Confederación sobre la cartografía de zonas de flujo preferente. En un primer análisis, se estima que se ha corregido menos del 5% cuando se esperaba más del doble, pero es que la inclusión de zonas al norte de la ciudad por las ramblas ha molestado especialmente.
La delimitación de las zonas de riada antes de la nueva versión de la CHS afectaba «una extensa superficie de suelo clasificado en el Plan General como urbano, a unos 115 sectores de suelo urbanizable, con 85 instrumentos de desarrollo aprobados o en tramitación», según se refleja en el documento de Urbanismo que declara a Murcia como municipio en régimen de alta inundabilidad, un hecho que permite desatascar los proyectos pero estableciendo limitaciones en las edificaciones nuevas para salvar el riesgo de riadas.
La superficie total afectada en el entorno periurbano de la ciudad es de 78,5 km2, los terrenos de suelo urbanizable sin desarrollar y sin completar las obras de urbanización es de 10,2 km2 y las zonas de equipamientos urbanos afectados alcanzan 2,8 km2.
Guerrero anuncia que presentará alegaciones al nuevo mapa, un camino que también anuncia la vicealcaldesa de Cartagena y responsable del área de Urbanismo, Ana Belén Castejón.
El caso de Cartagena es particular: no está tan condicionado como Murcia por su orografía ni tampoco a nivel urbanístico por carecer de plan general. «Vamos a presentar alegaciones porque consideramos que la CHS sigue sin tener en cuenta las infraestructuras hidráulicas contruidas para reducir el riesgo de inundaciones y avenidas». Castejón se basará en el estudio encargardo por el Ayuntamiento a la Universidad Politécnica de Cartagena para comprobar qué zonas están afectadas realmente.
Un ejemplo es la diputación de El Albujón, donde las obras de canalización de la rambla del Albujón, que evita inundaciones en la parte baja del pueblo, no se han tenido en cuenta. Tampoco las obras hidráulicas en la localidad que evitaron avenidas de agua durante las últimas dos DANA.
La construcción de centros públicos en estos terrenos afectados está prohibido, pero la edificación de nuevas viviendas o incluso garajes está permitido con varios condicionantes, algunos de los cuales encarecen mucho las obras. El alcalde de Lorca, Diego José Mateos, también anunció hace semanas alegaciones a la nueva versión de los flujos preferentes.
