El cierre de oficinas bancarias que se inició hace una década con la concentración de las cajas de ahorros que se transformaron en bancos se ha acelerado el pasado año. La Región había perdido 159 sucursales en 2021, según se recoge en el último Observatorio Financiero elaborado por el Icref y la Cátedra de Competitividad de la UMU.
En la Región hay cuatro municipios sin ninguna oficina bancaria (Albudeite, Ojós, Ulea y Villanueva), aunque dadas las grandes dimensiones de los términos municipales y la existencia de cientos de núcleos diseminados en las poblaciones con más territorio, la cifra de poblaciones que sufren la exclusión bancaria resulta mucho mayor. La retirada de las instituciones bancarias ha ido acompañada de un descenso del 15% en el crédito concedido, mientras que los depósitos bajaron en unos 1.300 euros por persona.
El informe constata que «la concentración de las entidades financieras en la búsqueda de mayor tamaño, solvencia y rentabilidad ayudada por la digitalización está provocando una exclusión financiera en la Región de Murcia».
Advierte de que los cierres han dado lugar a «la desaparición de oficinas de lugares menos poblados y de menor renta per cápita, lo que provoca una exclusión financiera geográfica cuyo problema se acentúa por producirse en lugares con menor capacidad de desarrollo económico y con peores comunicaciones». Solo el municipio de Murcia ha perdido 38 oficinas, mientras que en Cartagena han cerrado 17.
Al mismo tiempo que se reducía el número de oficinas bancarias, que ha pasado de las 702 de 2020 a 543, en diciembre del pasado año, «se han endurecido los criterios de concesión de préstamos, lo que supone un cambio de tendencia con respecto a los dos trimestres precedentes, en los que los criterios habían permanecido inalterados».
Con el aumento del consumo los depósitos por persona han bajado 1.300 euros, según recoge el último Observatorio Financiero
Según recoge el Observatorio, «esta contracción de la oferta crediticia no se ha traducido en cambios en la proporción de solicitudes totalmente denegadas, que no ha sufrido cambios en la recta final del año».
Sin embargo, después de dos trimestres consecutivos de aumentos, «las entidades financieras indican que se ha producido un estancamiento de la demanda de las empresas durante el último trimestre del año 2021». Los bancos consideran que este descenso de la oferta y la demanda crediticia «es puntual, ya que para el primer trimestre de 2022 esperaban aumentos de la demanda de créditos y estabilidad en los criterios de aprobación de préstamos».
No obstante, los autores muestran sus reservas ante las posibilidades de que se materialicen estas expectativas «en un entorno de creciente incertidumbre y deterioro económico por el conflicto en Ucrania, de duración y efectos todavía desconocidos, que podría además agravarse por nuevas variantes de la covid-19».
Antes de que la invasión de Ucrania generara la actual percepción de inestabilidad, las entidades indicaban que «la mayoría de las condiciones aplicadas a los préstamos han permanecido inalteradas» en lo que se refiere al «importe concedido, las garantías solicitadas y el margen solicitado en los préstamos».
Sin embargo, el importe del crédito por persona ha pasado durante el último año de 19.830 euros a 17.194 euros en la Región, mientras que en España se ha mantenido en los 24.700 euros. En términos interanuales, el importe medio de los créditos cayó en la Región de Murcia casi un 15% frente a la estabilidad de la media nacional.
El aumento del gasto que se produjo en 2021 se ha traducido en una caída del el importe medio de los depósitos por habitante, que ha sufrido una reducción de unos 1.300 euros y ha vuelto a los niveles previos a la pandemia.
El importe medio de los ahorros por habitante depositados en las entidades se situó en 16.754 euros en diciembre, 12.500 euros por debajo de la media española, lo que aumenta la diferencia. Por el contrario, en España se ha mantenido el incremento de los depósitos, que suman 1.300 euros con respecto a 2020.
El Observatorio destaca, igualmente, que en la última década el importe medio de los depósitos en la Región ha aumentado 2.000 euros frente a los 4.000 euros que ha ganado la media nacional, lo que acrecienta la diferencia en la capacidad de ahorro de la Región con respecto a España.
