Ya lo anunciaban ayer desde la Aemet: "Se prevé una semana tranquila, con cielos poco nubosos y algunas brumas en el litoral, pero las máximas subirán de cara al fin de semana". Según los meteorólogos, esto se podría deber al acercamiento de una borrasca en Canarias que "podría acarrear alguna precipitación durante la semana que viene". Lo que sí parece seguro es que, durante este sábado y domingo, las temperaturas en la Región alcanzarán guarismos propios de julio y agosto.

El sábado, serán Jumilla y Lorca las localidades que alcancen los 35 grados, lo que servirá como antesala al domingo más caluroso de lo que llevamos de 2022. Ese día serán 16 los municipios murcianos que superen los 35 grados, cifra en la que se plantará Moratalla. Los 36 grados alcanzarán a Calasparra, Caravaca y Puerto Lumbreras. Los 37 se harán notar en Jumilla, Lorca, Totana, Mula, Abanilla, Fortuna y Santomera. A un grado más, 38, la máxima, se llegará en Alhama, Cieza, Archena, Alcantarilla, Molina y Archena.

El calor, la norma

Este mismo martes ya se registrarán más de 35ºC en ciudades de Andalucía, como Córdoba, pero también en puntos de Catalunya, como Lleida. No obstante, el calor será la norma a lo largo y ancho del país, con valores que estarán entre 5º y 10ºC por encima de lo que es normal en estas fechas. También en el cantábrico oriental se superarán los 30ºC, y ello a pesar de que se esperan lluvias en Galicia y algún chaparrón en el Pirineo.

En vista de esta situación ¿estamos ante una ola de calor? La AEMET define este fenómenos como “un episodio de al menos tres días consecutivos en que, como mínimo, el 10% de las estaciones consideradas registran máximas por encima del percentil del 95% de su serie de temperaturas máximas diarias de los meses de julio y agosto del periodo 1971-2000”.

Dado que nos encontramos en mayo, el requisito de los meses de julio y agosto hace que, técnicamente, se descarte su aplicación en este momento del año, lo cual no evita que, si se modificara ese condicionante para abarcar más meses, pudiera ya hablarse de una ola de calor.