Historias y leyendas tienen como protagonista al Palacio de Guevara. Entre ellas, la de Doloretes. La niña, descalza con una naranja en su mano izquierda, se muestra sobre una caja de madera y fija su mirada, algo triste, en el espectador.

Fue pintada al óleo por Manuel Harmsen Bassecourt, hijo de los barones de Mayals, Alejandro Harmsen García, que fuera senador del Reino, y Juana Bassecourt y Soler.

Murió víctima de la tuberculosis cuando solo contaba 22 años. Magnífica promesa de pintor (discípulo de Lorenzo Casanova en su ciudad), fue vicecónsul de Dinamarca y estuvo siempre movido por un espíritu inquieto en busca de todo aquello que reflejaba la belleza. Amaba la música, la poesía y el teatro.

Harmsen vio su cuadro colgado, pero no premiado. Días después de su muerte recibía la segunda Medalla en la Gran Exposición de Bellas Artes que se celebró en el Teatro Principal de Alicante. La prensa del momento se hizo eco de este suceso. ‘El Liberal’ publicaba: «…Harmsen vio su cuadro colgado, pero no premiado en la exposición… ¡Cuánta pena inspira la criatura descalza y el autor muerto al tocar la aureola del premio!».