La Audiencia Provincial de Murcia inició ayer el juicio seguido contra un antiguo director de Cajamar en una sucursal de Águilas que fue denunciado ante la Guardia Civil por la propia entidad de ahorro tras descubrirse, a través de una auditoría, que pudo haber estafado 7,5 millones de euros a 59 clientes. El acusado se enfrenta a nueve años de prisión y multa de 3.650 euros, tal y como solicita la Fiscalía.

En este juicio prestarán declaración los clientes de la caja de ahorros que supuestamente fueron estafados, muchos de ellos extranjeros residentes en la costa aguileña. El tribunal de la Audiencia juzgará a lo largo de quince sesiones a P.H.V. como presunto autor de un delito continuado de estafa en concurso con otro de falsedad en documento mercantil.

El acusado ofrecía a los clientes unos contratos de depósitos con intereses muy por encima de los habituales, «lo que los hacía muy atractivos», según las conclusiones del Ministerio Público. Añaden que los depositantes pensaban que el dinero entregado estaba en sus cuentas, pues así aparecía en las libretas o asientos bancarios, cuando no era así, ya que el acusado, presuntamente, había hecho suyas las cantidades totales entregadas o parte de ellas mediante distintas maniobras.

Así, recalca el ministerio público, se habría apoderado, supuestamente, de parte o del total de lo entregado por los clientes, algunos de los cuales le habían confiado 247.000 euros, 274.000 y 320.000. La actuación de este empleado fue descubierta por la caja de ahorros mediante una auditoría, a cuyo término procedió a denunciarlo, además de suspenderlo de empleo y, finalmente, despedirlo Esta entidad de ahorro comunicó a los afectados lo sucedido, de lo que eran desconocedores, y les reintegró su dinero, por lo que no resultaron perjudicados económicamente.