La Opinión de Murcia

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Semana Santa

Los caramelos de Semana Santa viven sus "horas más bajas"

El encarecimiento de materias primas y la falta de relevo generacional provocan que no haya tantos para las procesiones de este año

Los caramelos de Semana Santa tienen forma de pastilla alargada. ISRAEL SÁNCHEZ

Los tradicionales caramelos alargados de Semana Santa viven «sus horas más bajas» en Murcia. Uno de los principales artesanos que fabrica este dulce que suelen repartir nazarenos y cofrades durante las procesiones, el gerente de dulces ‘El Turro’, Francisco Hernández Banegas, confirma que se debe a «la falta de relevo generacional, el encarecimiento de materias primas y la competencia de productos de confitería».

Esta golosina tiene unas características especiales para estas fechas de Pasión, tanto por dentro como por fuera. Este caramelo tiene forma de pastilla alargada y tiene unos tamaños desde los 50 gramos hasta los 500 gramos envueltos en un papel especial que se decora «con imágenes de cada una de las cofradías» y en el que «incluimos las típicas poesías murcianas o el escudo de la hermandad que nos lo pide» y que hacen de este dulce «algo singular», ha comentado el gerente la empresa.

En la merma de ventas también ha influido "la incertidumbre que tenían los nazarenos" hasta el último momento

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Sin embargo, el tradicional caramelo de Pasión vive «sus horas bajas» como reconoce Hernández Banegas, que encarna la quinta generación de esta empresa.

El gerente señala que los efectos de la pandemia y, más recientemente, el encarecimiento de algunas materias como el azúcar, aceite, los productos de confitería o las energías han hecho que esta campaña la califique de «desastre» ya que de unos «100 kilos de caramelos de Semana Santa hemos pasado a unos 20 kg».

En opinión de Francisco Hernández, en la merma de ventas también ha influido «la incertidumbre que tenían los nazarenos por conocer si este año habría o no procesiones». Una vez disipadas esas dudas «ya no había tiempo para atender los pedidos».

Para esta empresa centenaria, la campaña de Semana Santa ha pasado de suponer «el 30% de nuestros ingresos a poco más del 3% en 15 años». Esto también es debido, según afirma Hernández, «a la falta de renovación de las procesiones». Para el gerente, la Semana Santa, las procesiones y los caramelos son vistos como «algo del pasado», en muchas zonas «no hay relevo generacional y, por consiguiente, los caramelos se resienten».

La campaña para estos días ha pasado de suponer el 30% de los ingresos a poco más del 3% en quince años

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Uno de los postres ‘clásicos’ que faltan en Semana Santa son las monas. Durante estas fechas el maestro pastelero Antonio Hernández Mejías llega a elaborar «unas 1.400 monas para los días fuertes de la Pasión, además de cerca de 1.000 más pequeñas» que están dentro de las dádivas que los nazarenos murcianos entregan a los espectadores de los cortejos procesionales de la Región de Murcia.

A pesar de ello, Mejías comenta que este año «no hay la alegría de otros años», por lo que, desde su punto de vista, «todavía no hemos llegado a tiempos anteriores a la pandemia». Con la cifras en la mano, el expresidente de la Asociación Regional de Pasteleros, en 2019 podíamos estar «en torno a las 2.500 monas de nazarenos».

Una competencia "devastadora" con las monas hechas en confitería

Además, de los efectos de la covid-19, la competencia de las panaderías «es devastadora» para un producto de mayor calidad como el de la mona hecha en confitería. En los obradores confiteros, «la mona lleva productos de mayor calidad, mientras que en la panadería es harina, agua y azúcar». Finalmente, las monas con huevo «son un atractivo para el visitante» de la Semana Santa en la Región de Murcia.

Las torrijas y las empanadas tampoco faltan en el recetario de estos días en la Región

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Sin embargo, la torrija en las confiterías «no tiene tanto tirón» porque es una receta «muy casera». Aún así, en una jornada festiva las ventas «pueden llegar a las 500 unidades». Hernández Mejías ha ‘tienta’ a aquellos que se acerquen a las confiterías murcianas a probar una torrija hecha «con una receta especial» que tiene como base un bollo con mantequilla «frito, escurrido, bañado en almíbar o miel y rellena de crema pastelera».

Aparte de las recetas dulces y postres, las empanadas tampoco faltan en el recetario de Semana Santa. En opinión de Mejías «hay un sector muy potente de personas que respetan la vigilia» y la tradición de no comer carne en fechas de la Pasión.

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