El campo murciano se enfrenta ahora a una de las peores situaciones a las que ha hecho frente ante los daños provocados por los sucesos meteorológicos de las últimas semanas. Las lluvias caídas en la Región de Murcia, con picos de acumulación que superan los 300 litros por metro cuadrado en muchos parajes agrícolas, dejan impacto en la casi totalidad de las cosechas que están en plena producción, y también en las que empiezan ahora.
La humedad está causando ya estragos en cultivos de hortalizas, frutas de hueso, cítricos o plantaciones de secano por la aparición de enfermedades fúngicas. En el foco del departamento de Sanidad Vegetal de la Consejería de Agricultura están los problemas por hongos en la patata, que ya está retrasando su floración, y en el almendros, con cultivos dañados en Lorca, Mula o el Noroeste.
La producción ecológica teme los mayores daños
Otra producción que afronta un momento crítico es la ecológica, ya que prácticamente no hay fungicidas autorizados salvo el cobre, con una limitación muy importante de la dosis por hectárea, remarcan desde este servicio.
El agua acumulada en los bancales sigue impidiendo la entrada a los cultivos para aplicar algún tratamiento, y menos en este comienzo de semana que sigue lloviendo con intensidad moderada. Esto deja inviable la recogida de verduras como el brócoli, lechugas o el apio, mientras que la viabilidad de los primeros trasplantes de melón o sandía queda a la espera de la humedad.
Coag volvía ayer a estimar entre un 40 y un 50% las pérdidas en el campo de forma generalizada. Pero lo peor se espera cuando salga el sol de forma persistente, ya que se generará un caldo de cultivo para hongos entre el aumento de las temperaturas y la humedad.
En el Noroeste, las lluvias han afacetado a la cosecha de frutal, incluido el almendro, una situación que puede ir a peor debido a las bajas temperaturas que se están dando en la zona. Desde Fecoam, Pedro Guerrero explica que «han caído entorno a los 300 litros durante el mes de marzo, una cuestión que en el secano ha venido muy bien, pero tantos días con tal nivel de humedad, el perjuicio ha sido bastante grande en todo tipo de frutales, incluidos los almendros». Preocupa especialmente «una plaga de hondos de fosicocus y de monilla que hace que se esté secando la almendra, que estaba recién cuajadas». En unos días se podrá hacer un balance de la cantidad de cosecha que haya podido quedar. A principios de mayo, los técnicos de las cooperativas de frutos secos y de las organizaciones agrarias harán un aforo de cosecha de 2022/23.
El cereal se salva
En principio, el único cultivo que se ha podido salvar es el cereal, ya que todas las variedades de frutales que estaban en flor, incluida la almendra están afectadas. Sobre el cereal, en la época de cosecha que estamos las temperaturas bajas no le afectan.
Antonio Moreno, de UPA Murcia, señala a las heladas y las bolsas de frío que se han generado en algunos parajes del Noroeste o la Vega Alta que han generado daños también en almendros o albaricoques. «De tanta humedad se está cayendo la flor del almendro y tenemos enfermedades fúngicas atípicas en la Región», subraya, al tiempo que menciona el problema en los cultivos del limón fino también por el encharcamiento de agua y los hongos.
