Los médicos de familia de la Región de Murcia dicen "vivir con rabia ola tras ola de la pandemia y la saturación de un sistema sanitario que no tiene capacidad para atender a tantos enfermos y que aún así no acomete el aumento de las plantillas necesario". Así lo han hecho saber este jueves algunos facultativos durante la concentración convocada por el Sindicato Médico Cesm en los centros de salud en defensa de la Atención Primaria. No se trata de la primera protesta ni será la última, ya que han sido numerosos los colectivos de profesionales y pacientes los que han salido a las calles para reclamar más medios para Primaria. Al el centro de San Andrés, en Murcia, han acudido varios responsables de Cesm Región de Murcia, como presidente del sindicato, Ángel Victoria López, acompañado de la vicepresidenta, Soledad Guillén; la tesorera, María José Campillo; el secretario general, Clemente Casado, y la vicesecretaria, Celia Román.

Los facultativos insisten en que necesitan herramientas para poder acabar con las demoras en Atención Primaria, como ocurre con las listas de espera quirúrgicas, y afirman que viven "con desilusión y decepción la carga burocrática que no le deja tiempo para ver enfermos". 

En el manifiesto que han leído a las puertas de los centros sanitarios recogen que "en nuestras manos está que la Atención Primaria siga siendo la que resuelve el 95 por ciento de las patologías, el muro de contención en una pandemia o simplemente donde se encuentran nuestros médicos de confianza, con los que compartimos nuestras inquietudes".

Llevan a afirmar con rotundidad que "la Atención Primaria está amenazada" y que sus médicos son 'rara avis' en peligro de extinción, ya que no se les ofrecen unas condiciones óptimas de trabajo.

El Sindicato Médico de la Región de Murcia apunta que "es urgente y prioritario que tengamos un plan para potenciar nuestra Primaria, no otro panfleto publicitario más cargado de buenas intenciones y sin ninguna inversión". A la vez que insisten en que, al menos, el 25 por ciento del gasto sanitario debe ser para Atención Primaria, un presupuesto que debe tener un carácter finalista.

Más plantilla para reducir cupos

"Necesitamos unas plantillas acordes a unas ratios de 1.250 tarjetas sanitarias por médico de familia y 900 tarjetas sanitarias por pediatra, plantillas suficientes para no depender de los 'contratos subempleo' que suponen los suplentes para los permisos ordinarios", explican. 

Los médicos de familia murcianos también reclaman unas agendas con un tope máximo de 30 pacientes, "a los que les podamos dedicar el tiempo necesario", ya que estiman que "el tiempo resulta vital, además de para una asistencia de calidad, para la formación continuada, docencia e investigación; para analizar los resultados de nuestra actividad y poder implantar acciones de mejora y desechar actividades obsoletas o con poca evidencia y sustituirlas por otras más eficientes o más coste/efectivas".