La Opinión de Murcia

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Crisis energética

Albarracín da un tirón de orejas a los políticos y les exige que dejen de crear "inestabilidad"

Alerta de que hay "una tensión máxima" en las empresas

Albarracín, en el centro, compareció junto a los vicepresidentes de la Croem. | JUAN CARLOS CAVAL

El presidente de la Croem, José María Albarracín, que ayer dejó claro el malestar de los empresarios de la Región ante la situación «límite» que están afrontando debido a la crisis energética y a los problemas generados por la huelga del transporte, critica la falta de diálogo y entendimiento entre los distintas partidos e incluso entre las fuerzas políticas que integran los gobiernos de la Comunidad Autónoma y del Estado. Advirtió de que «hay una tensión máxima», porque los empresarios se sienten «arrinconados» y les ha pedido a los responsables políticos que actúen con «respeto» en lugar de enzarzarse en crisis internas.

Considera que la última crisis del Ejecutivo regional motivada por los desencuentros de la consejera de Educación, Mabel Campuzano, con sus compañeros del grupo formado por los diputados de la Asamblea Regional expulsados de Vox es un ejemplo de situaciones que generan «inestabilidad e incertidumbre» a los ciudadanos.

José María Albarracín ha pedido «respeto», al considerar que en este momento, «cuando más trabajo hay», deberían centrarse en resolver los problemas de los ciudadanos y no en la defensa de «sus intereses partidistas».

Se lamentó que cuando los empresarios tratan de conseguir un acuerdo entre los partidos para resolver algún problema se encuentran con un distanciamiento que impide encontrar soluciones, por lo que les exige a los responsables políticos que abandonen «la política partidista. Esto tiene que cambiar». «¿De qué sirve que la Asamblea Regional apruebe un pacto del agua si luego nadie se habla? ¿De qué sirve hablar como en un partido de tenis?», se preguntó.

También se quejó de la falta de ejecución de las propuestas que hace la Croem, entre las cuales citó las obras en las carreteras de El Carche, en Jumilla, y Alguazas.

Alerta de que las empresas se encuentran en una situación de «asfixia» y dijo que «existe un malestar generalizado», aunque esperarán a conocer las medidas recogidas en el plan de choque del Gobierno para decidir posible movilizaciones. Tal y como avanzó La Opinión, los empresarios han llegado a plantearse «el cierre patronal», que por ahora ha quedado aparcado. «Estamos muy cabreados y preocupados», advirtió.

Albarracín recordó, no obstante, la tensión que quedó patente en la reunión convocada este jueves por la patronal de la construcción para decidir las medidas a tomar ante la falta de suministros y las dificultades para hacer frente al encarecimiento de la factura eléctrica, aunque también este sector consideró oportuno esperar al plan contra la crisis provocada por la guerra que el Consejo de Ministros aprobará el próximo martes. Reprochó al Ejecutivo que demore las medidas de choque para paliar los efectos de la crisis hasta el próximo día 29, mientras que los demás países europeos ya las están aplicando.

El máximo responsable de la patronal reclama rebajas fiscales, moratorias en los créditos del ICO y cambios en el sistema eléctrico que eviten la escalada de los precios de la electricidad y de los combustibles. Destacó que «España está entre los cinco países con el precio de la energía más alto», debido a la repercusión de la cotización del gas natural en la factura eléctrica. «Llegamos tarde. Gobernar no es darle al balón una patada hacia delante», se lamentó.

Además de pedir «flexibilidad» a todas las administraciones para agilizar las licencias que piden las empresas, demandó celeridad a los ayuntamientos para que «no se quede ni un papel encima de la mesa».

También criticó «la infame» situación de la conexión ferroviaria tras el cierre del tramo de Cartagena a Archena y el retraso del AVE.

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