Los alérgicos de la Región de Murcia se enfrentarán este año a una primavera más leve. Así lo han anunciado este martes los responsables de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) durante la presentación de las previsiones de la concentración de pólenes en la estación que acaba de arrancar.

Uno de los motivos por los que los pólenes de gramíneas serán menos agresivos en esta temporada es la escasez de lluvias que se ha registrado durante el invierno, según comenta el presidente del Comité de Aerobiología de la SEAIC, Ángel Moral. La lluvia, según el experto, tiene un doble efecto: beneficioso y perjudicial. Es beneficiosa a corto plazo porque los pólenes se humedecen y bajan al suelo, limpiándose el ambiente, pero a largo plazo resulta perjudicial porque aumenta la polinización posterior e incrementa las enfermedades alérgicas.

En el caso de la Región de Murcia, la SEAIC recoge los datos mediante dos captadores ubicados en Murcia y Cartagena y para esta primavera se esperan valores de entre 1.000-2.000 granos por metro cúbico, lo que hace que la comunidad se sitúe en una escala leve, tanto en la costa como en el interior. «Será una primavera favorable para los alérgicos a las gramíneas en la Región de Murcia», insiste Moral.

Las enfermedades alérgicas por pólenes afectan en España a unos 4,5 o 5 millones de personas, de los que la mayoría son alérgicos a gramíneas seguidos en orden decreciente por alergia al olivo, arizónica, plátano de sombra, salsola y parietaria.

En el centro peninsular los pólenes más frecuentes son los de gramíneas, olivo y arizónica. En este sentido, el presidente de la SEAIC, Antonio Valero, recuerda que existe una relación directa entre algunos factores climatológicos del otoño e invierno como es el caso de las lluvias, temperatura y humedad y los recuentos de pólenes de gramíneas durante la primavera.

Por ello, el cambio climático y la contaminación está provocando un aumento de las personas alérgicas. «La contaminación y el cambio climático influye en las personas porque alteran sus defensas e interactúan con los alérgenos modificando la cantidad de alérgeno que hay en cada planta», ha detallado el doctor Valero, para destacar que el uso de las mascarillas, debido a la pandemia del Covid-19, ha reducido los síntomas alérgicos e, incluso, el uso de la medicación hasta en un 30 por ciento, por lo que recomienda a las personas alérgicas seguir usándolas en exteriores

Además, la temporada de alergias se amplía, ya que los pólenes comienzan a aparecer antes y desaparecen después, haciendo que la población esté expuesta durante más tiempo y las temporadas alérgicas sean peores.

La SEAIC pronostica que este año, debido a la falta de lluvias en el otoño y en el invierno, se prevé que la primavera cuente con unos niveles de pólenes de gramíneas más bajos de lo habitual, lo que contribuirá a una disminución de los síntomas alérgicos en los pacientes.

Faltan especialistas alergólogos para llegar a la media recomendada por la OMS

El vocal de la Junta Directiva de la SEAIC, Pedro Ojeda, destaca la figura del alergólogo, comentando que España es uno de los pocos países de la Unión Europea y del mundo en el que la alergología está considerada como una especialidad, aunque avisa de la falta de especialistas en la Sanidad pública.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda un alergólogo por cada 50.000 habitantes, si bien España, con más de 46 millones de habitantes, necesitaría, como mínimo, 920 especialistas para garantizar una correcta atención, aunque cuenta con menos de 800 alergólogos. En este caso, son varias las comunidades autónomas que disponen de un número de alergólogos menor del recomendado, siendo Baleares el caso más llamativo, ya que actualmente no ofrece servicio de alergología en su sistema sanitario público. «Inevitablemente, la alergia se halla infratratada e infradiagnosticada», afirman.