El campo, la España rural, tomó ayer las calles de Madrid para lanzar un grito multitudinario e inequívoco: «basta ya». La amenaza de la despoblación, la subida de los precios, la presión insoportable de los costes de producción, legislaciones lesivas para sus intereses, o la criminalización que sienten ante eventos globales como el cambio climático, fueron algunas de las causas que llevaron a 400.000 personas, según las estimaciones de las organizaciones convocantes, (150.000 según datos de Delegación del Gobierno), a acudir a la llamada del movimiento social 20M Rural con el objetivo de dignificar y defender «un modo de vida en un medio rural vivo».
La presencia del campo murciano fue importante. Cerca de 5.000 agricultores, regantes, y cooperativistas agrarios de distintos puntos de la Región de Murcia se sumaron a la gran manifestación de Madrid en defensa del mundo rural. La pasada madrugada cientos de personas partían hacia la capital en autobuses fletados y coches particulares desde distintos municipios, en total casi un centenar de vehículos. Las demandas murcianas también incluyeron, a través del Sindicato de Regantes del Trasvase, la necesidad de que no se recorte los recursos que llegan del acueducto Tajo-Segura.
El secretario general de Asaja en Murcia, Antonio Gálvez, destacaba antes de la marcha que la agricultura y la ganadería murciana afronta problemas que han colocado «al borde de la desaparición» a cientos de explotaciones agrarias. Entre otros obstáculos, Gálvez mencionó los elevados costes de producción por la agresiva subida de todos los eslabones que forman parte del proceso de producción: materias primas, combustible, fertilizantes, energía eléctrica, agua, pienso, y todos los bienes y servicios necesarios.
El encarecimiento de cada eslabón de la cadena agroalimentaria «está ocasionando unas pérdidas exageradas e insostenibles que no se repercuten en los precios que cobran agricultores y ganaderos, por lo que estamos abocados a la pérdida de nuestra autonomía alimentaria, quedando nuestra alimentación en manos de otros países».
Por su parte, el presidente nacional de Asaja, Pedro Barato, aseguraba que «el campo ha venido a decir que no nos chuleen desde el Gobierno y que no pongan en riesgo la alimentación y el trabajo de muchas personas». Sostiene que la manifestación de ayer «no es el fin», sino «el comienzo de buscar las soluciones al mundo rural».
El presidente de las cooperativas agrarias murcianas, Fecoam, Santiago Martínez, tuvo palabras para la política medioambiental que está sustentada con criterios de «ecologismo de moqueta», aquella que reniega de cualquier actividad agraria y persigue la inmutabilidad de la naturaleza. Advirtió que «no tiene sentido trabajar con pérdidas a diario, llega un momento es que es mejor parar y dejar de perder».
Martínez calificó de éxito la convocatoria. «Era imposible moverse por el trayecto previsto; ha sido un día histórico y espero que tras esto se reciba a los representantes del mundo del campo, y que sus demandas se escuchen en una mesa negociadora».
Un plan de choque
Por su parte, el secretario general de Coag, Miguel Padilla,afirmó que el mundo rural vino a Madrid a pedir «respeto, atención y apoyo» y reiteró su compromiso para seguir produciendo alimentos para la población como lo ha hecho durante la pandemia. Asimismo, reclamó al Gobierno «intervenir o corregir» el precio de la energía, los combustibles y las materias primas, un plan de choque «urgente y contundente» para que sea posible la viabilidad de las explotaciones y la flexibilizacion en la PAC. «No podemos ser los jardineros de Europa, hay que atajar la especulación», señaló. «No es posible que se hagan políticas a espaldas del sector, los precios se han desorbitado, vamos a tener que malvender nuestras tierras y los pueblos estarán más arruinados de lo que ya están».
Padilla consideró «insuficientes» las medidas propuestas por el Ejecutivo central para paliar los efectos de la sequía. Además, cree que todavía no se ha afrontado con seriedad y contundencia la subida de los fertilizantes en casi un 150 por ciento, los cereales y piensos en un 30 o los carburantes y la energía eléctrica en casi un 100. Además, el secretario general de Coag recordó que la crisis productiva del campo ya existía antes de que llegase la pandemia en 2020. En ese sentido mencionó las protestas de los agricultores y ganaderos que ya entonces no cubrían siquiera los costes de explotación con los precios de mercado.
Competencia desleal
El destacamento murciano también hizo referencia a las posibilidades que tiene el Gobierno de España para paliar, en parte, la situación: reducir la carga impositiva aplicando bonificaciones, por ejemplo.
«No podemos aceptar que las grandes multinacionales eléctricas salgan a vender su producto sobre la garantía del máximo beneficio cuando el sector agrario sale al coste más barato del mercado», explicaba el secretario general de UPA en la Región , Marcos Alarcón, que al igual que hicieron desde Asaja y Coag, destacó la competencia desleal que experimenta el sector agroalimentario regional con respecto a terceros países, y los precios inasumibles a los que tienen que hacer frente.
López Miras: «El Gobierno ha olvidado a los agricultores»
El presidente regional, Fernando López Miras, acusó ayer al Gobierno de España de «olvidar» al sector agrario. «Ahora se ha demostrado más que nunca que es esencial que seamos autosuficientes en algunas cuestiones, principalmente en alimentarnos», señaló López Miras, en referencia a la situación en Ucrania tras las invasión de las tropas rusas.
El jefe del Ejecutivo regional participó ayer en Madrid, acompañado de su consejero Antonio Luengo, en la concentración de agricultores, ganaderos, regantes y cazadores, que buscan reivindicar un futuro para el mundo rural. Miras señaló que el sector primario ha pasado de ser el «héroe que garantizó el suministro de alimentos en la pandemia a ser los olvidados del Gobierno de España».
En este contexto, el dirigente popular lamentó la «subida disparatada» de los hidrocarburos, del gas, de la electricidad y una fiscalidad que, en sus palabras, «les está asfixiando cada día mucho más». Asimismo, criticó que la Política Agraria Común «no tiene unas prioridades adaptadas a la situación real».
También estuvieron presentes numerosos miembros del Grupo Parlamentario Vox. El diputado nacional, Luis Gestoso, sostuvo que acudieron para «apoyar en sus justas reivindicaciones al sector primario contra este Gobierno de la ruina y contra todas sus leyes sectarias de la Agenda 2030». Por su parte, el presidente provincial de Vox en Murcia, José Ángel Antelo, señaló que su partido apuesta «por nuestra economía y por la soberanía alimentaria».
Vélez sobre el 20M Rural: «Ha sido un ‘totum revolutum’ y un no a todo»
El secretario general del Partido Socialista de la Región de Murcia (PSRM), Pepe Vélez, destacó ayer que el PSOE ha conseguido fijar un precio máximo para el agua desalada. «La mejor ayuda que podemos dar a los agricultores y ganaderos es seguir trabajando con responsabilidad para llegar a acuerdos e impulsar medidas concretas como esta».
«En relación a la manifestación de ayer, desde el PSOE de la Región de Murcia, desconocemos los motivos concretos que han llevado a los organizadores a convocarla. La información que nos ha llegado es confusa, un ‘totum revolutum’ y un no a todo», señaló.
En cualquier caso, Vélez afirmó que los agricultores y ganaderos «siempre han tenido y tendrán el apoyo del Partido Socialista» y que el trasvase Tajo-Segura sigue siendo «irrenunciable». «Somos conscientes de las dificultades que atraviesa el sector y entendemos su preocupación. Siempre hemos escuchado sus demandas y reivindicaciones y lo seguiremos haciendo».
