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La gran familia de la Unidad de Guías Caninos de la Policía Nacional crece con la llegada de dos cachorros

Son dos hermanos de la raza pastor belga malinois, que cumplieron seis meses esta semana y están en periodo de socialización y aprendizaje para incorporarse a la plantilla de este grupo, que actualmente cuenta con trece perros, adiestrados para detectar drogas y explosivos, y seis policías

La gran familia de la Unidad de Guías Caninos crece con la llegada de dos cachorros

La gran familia de la Unidad de Guías Caninos crece con la llegada de dos cachorros Eva Moya

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La gran familia de la Unidad de Guías Caninos crece con la llegada de dos cachorros Ana Lucas

Lolo y Lola nacieron el 17 de septiembre y están en periodo de formación para convertirse en miembros de la Unidad Especial de Guías Caninos de Murcia de la Policía Nacional. «Fueron una donación de un amigo mío» comenta el subinspector Pedro Roca, que rememora que «la unidad se creó en Murcia en el año 2008, debido al incremento del tráfico de droga y otros servicios que requerían perros especializados, en drogas y explosivos».

Pedro Roca, en las instalaciones de la Policía con el border collie que forma parte de la unidad. Eva Moya

Actualmente son trece los canes que integran esta especialidad. Humanos, son un subinspector, un oficial de policía y cuatro agentes. «Cada funcionario tiene dos perros asignados, uno de explosivos y otro especializado en búsqueda de drogas y billetes de curso legal», apunta Roca, a lo que añade que «ahora hay algún funcionario que tiene tres perros porque a algunos los estamos adiestrando».

La Unidad Canina de la Región de Murcia es requerida en provincias limítrofes, como Alicante, Albacete o Almería, que carecen de un equipo canino. Trabajan mano a mano con la Policía Judicial (los animales que buscan estupefacientes) y con los Tedax (los canes especializados en detectar bombas). Los animales también llevan a cabo controles con la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) y los Grupos Operativos de Respuesta (GOR)

"Nos vamos a centros comerciales, al centro, a trenes… para que no tengan miedo", explica el subinspector Roca

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Volviendo a los hermanos Lola y Lolo, son dos cachorros de la raza pastor belga malinois que «están en periodo de socialización y aprendizaje», detalla Pedro Roca. «Nos vamos a centros comerciales, al centro de Murcia, autobuses, trenes… para que no tengan miedo. Poquito a poquito, a partir de los ocho o nueve meses, empiezan a hacer sus entrenamiento», destaca el subinspector. El fin, «fomentar el instinto de caza y de presa» para crear auténticos profesionales. 

Los hermanos que están socializando para integrar en breve la Unidad de Guías Caninos. Eva Moya

A los canes se les motiva con juguetes y se les adiestra para «señalizar de una manera el olor que nosotros le presentamos». «No se les da droga ni explosivos, eso son leyendas urbanas», dejan claro desde la Policía.

El proceso de instrucción, depende de cada animal, ya que «cada perro tiene su personalidad». Algunos están listos en meses para trabajar y otros pueden llevar dos años de formación.

La idea es formar a Lola para que se especialice en buscar drogas y a Lolo para que encuentre explosivos. En este último ámbito, en la Región no han explotado bombas desde que se creó la unidad, «pero sí ha habido incidentes en los que pudo haber habido explosivos, o llamadas reales sobre colocación de artefactos, maletas sospechosas, etcétera», detallan desde el cuerpo.

En el caso de los estupefacientes, las incautaciones se hacen «depende del mes», aunque «en 2021 tuvimos bastante movimiento en las ferias, donde hubo intervenciones a diario».

Unas tres salidas semanales

En general, los perros hacen «unas tres salidas semanales, entre operaciones y registros judiciales». Aunque viven en Murcia, trabajan por toda la Región y salen a Lorca, Cartagena, Yecla, Alcantarilla o Molina de Segura, las ciudades donde hay comisaría de Policía Nacional.

Todos ellos viven, descansan y juegan en las dependencias que el cuerpo tiene en Sangonera

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Desde que se creó la unidad, «han pasado por los menos unos cincuenta o sesenta perros» por la misma, calcula Roca. 

Los canes «suelen jubilarse entre los 8 y los 10 años», a no ser que tengan antes alguna enfermedad. Cuando se retiran, «se suelen donar a particulares», aunque «primero es su guía el que decide si se quiere quedar con él». «Siempre se hace un seguimiento de dónde va a ir a parar el perro», destacan desde la Policía, para dejar claro que lo importante es el bienestar del animal.

Shiva, una de las perras de la unidad, halló droga en un cargamento de ajos. Eva Moya

Aunque para trabajar en la Unidad Canina «en principio valen todas las razas, si el perro tiene un buen instinto de caza y de presa», es cierto que la mayoría de los animales son pastores alemanes o pastores belgas. En Murcia también tienen un perro de aguas y un border collie. Todos ellos viven, descansan y juegan en las dependencias que el cuerpo tiene en Sangonera.

«También es imagen: un perro fuerte y poderoso», detalla Pedro Roca, al tiempo que matiza que «si un chiguagua tiene actitud, puede valer perfectamente» para hacer el trabajo, ya que hay sitios a los cuales «un perro pequeño accede mucho mejor que un perro grande».

Por su parte, el agente Ricardo López, miembro de la Unidad Canina, comentó que «el día a día es como en cualquier trabajo: madrugar, ver qué hay en el servicio, desfogue de canes, correr con alguno de los perros… y ya los servicios encomendados».

Shiva halló hachís en 22.000 kilos de ajos

Recientemente, durante uno de los controles que llevan a cabo de manera rutinaria la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) y la Unidad de Guías Caninos pararon a un camión que ocultaba entre su cargamento de ajos 45 kilos de marihuana y 119 kilos de hachís. La operación salió bien gracias a la perra Shiva, una de las integrantes de la Unidad de Guías Caninas. Esa operación dio lugar a que los ajos, 22.000 kilos, fuesen donados al Banco de Alimentos.

«En los últimos meses hemos tenido más de una operación, tanto en la Región como en Albacete», indican desde la Unidad de Guías Caninos. «Hace un mes y medio aproximadamente, localizamos un taller y en los bajos había zulos con plantaciones de ‘maría’: los localizó mi perra», comenta Ricardo López, uno de los agentes (humanos) que forman parte del grupo.

A la pregunta de si alguien en alguna ocasión ha intentado agredir a uno de los canes, el agente dice que «por lo general, no, aunque hay quien sí ha hecho algún aspaviento o ha tenido miedo del perro». 

En 2021, la Unidad Canina de Murcia participó en unas jornadas organizada por la Infantería de Marina. Se llevaron a cabo distintos ejercicios y los perros se subieron en lanchas y trabajaron en sitios con poca visibilidad. La unidad de la Región fue en representación de la Policía Nacional.

Habitualmente, «los perros viven aquí pero también puede darse el caso de que los agentes los llevemos a casa. Yo tengo sitio donde tenerlos». Con este proceder, «el vínculo que coges es mucho más elevado», apunta López. Un vínculo de compañeros y amigos.

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