El pasado año se registró casi una agresión diaria a sanitarios en la Región de Murcia. Las cifras son alarmantes, ya que las 346 agresiones contabilizadas por la Consejería de Salud en 2021, y que afectaron a 442 trabajadores del Servicio Murciano de Salud (SMS), suponen un incremento del 25,3 por ciento respecto a los datos del año anterior, cuando se registraron 307 casos de agresión.
Pese al aumento de casos, el número de denuncias interpuestas en los juzgados o ante los Cuerpos de Seguridad del Estado ha disminuido un 11,4 por ciento en este tiempo, según explicó ayer el consejero de Salud, Juan José Pedreño, durante la presentación de la campaña que han lanzado bajo el nombre ‘Cuídame tú también’.
Con esta iniciativa, en la que se van a proyectar dos audiovisuales en las salas de espera de centros de salud y hospitales, se quiere concienciar sobre la gravedad de las agresiones a trabajadores sanitarios y no sanitarios a fin de reducir estos actos violentos.
Esta iniciativa pretende sensibilizar a la sociedad frente a la violencia que sufre el personal sanitario a través del respeto y la concienciación, señala el consejero de Salud.
Pedreño insiste en que el personal del SMS «es el pilar fundamental de la sanidad y de la salud de todos y no puede excusarse ningún tipo de violencia hacia ellos», por lo que apela a la conciencia ciudadana «para que los profesionales puedan realizar su trabajo en condiciones óptimas, sin sentirse atemorizados o amenazados».
La categoría que más agresiones ha sufrido en Atención Primaria han sido los médicos y en Atención Hospitalaria, los enfermeros.
Salud destaca que el catálogo de agresiones a personal sanitario se ha ampliado desde 2020 con la inclusión de varios tipos de agresiones verbales y amenazas, además de las físicas. Al tiempo que indica que las restricciones que han estado operativas durante la pandemia de covid no siempre han sido entendidas por un sector de la población, lo que ha desencadenado en más actos violentos.
El triple de mujeres
Las agresiones se han dirigido con mayor frecuencia hacia las mujeres (un 75,6 por ciento), más del triple de las que sufren los hombres (un 24,4 por ciento), teniendo en cuenta que el total de mujeres en el conjunto del SMS es del 73,5 por ciento de mujeres y 26,4 por ciento de hombres. A su vez, el sexo de los agresores se reparte al 52,3 por cien entre hombres y 47,6 mujeres. El rango más frecuente de edad del agresor está entre 36 y 40 años y los de más de 60 años en el hombre, y en la mujer se sitúa entre los de 46 y 50 años.
Los meses más problemáticos durante el año 2021 en cuanto a número de agresiones fueron julio y agosto.
El Colegio de Enfermería pide más medios para erradicarlas
El Colegio de Enfermería solicita que ante la actual situación de pandemia y de saturación del sistema sanitario se refuercen las medidas de seguridad, sobre todo en los centros de Primaria, que es donde se concentra la mayor parte de las agresiones.
«No hay que olvidar que si el sistema ya estaba colapsado antes de la covid, con la pandemia esta situación se ha agravado especialmente e incide muy directamente sobre el personal de enfermería, que es el colectivo sanitario que más insultos, vejaciones y violencia física sufre, ya que son los primeros en mantener contacto con los pacientes», indican desde el órgano colegial.
Los enfermeros recuerdan que la cifra de denuncias sigue siendo muy inferior a los casos reales. «La disparidad entre casos reales y casos denunciados se produce porque la mayoría de agresiones no llega a plasmarse por escrito, generalmente por miedo y desconfianza, por lo que se debe trabajar para ganarse su confianza para que se sientan protegidos y vean que las denuncias son efectivas» apuntan.
Las principales secuelas que le quedan al profesional sanitario tras sufrir una agresión son el estrés laboral crónico y la disminución del rendimiento.
