La cuenca del Segura necesita unas precipitaciones abundantes durante todo el mes de marzo y hasta mayo para revertir mínimamente la situación de sequía en la que se encuentra. Pese a ello, todo indica que el sistema global de la cuenca entrará en el nivel de alerta a principios de abril, según estimaciones de la Confederación Hidrográfica del Segura, ya que las lluvias de la pasada semana apenas han tenido un reflejo positivo en los recursos almacenados en los embalses.
La capacidad de las presas se encuentra al 33%, acumulando un total de 375 hectómetros cúbicos, de los que 200 son recursos propios de la cuenca, un dato que fue actualizado el pasado sábado, por lo que se espera que suba un poco más cuando se contabilicen todas las lluvias. En los primeros días de marzo el índice de escasez de la cuenca se quedó al borde del nivel de alerta tras dos meses situándose en prealerta. Hace justo un año el Segura mantenía 94 hm3 más que ahora.
«Las lluvias de estos últimos días suponen una levísima mejoría, pero los índices se calculan a primeros de cada mes. De no persistir las lluvias durante todo el mes, es previsible que se entre en situación de alerta a primeros de abril», señala la Confederación a este periódico. La última vez que la cuenca estuvo en este nivel de escasez por la sequía fue entre julio y diciembre del 2019, de la que se ‘recuperó’ por el agua acumulada tras la DANA.
Las precipitaciones han aliviado un poco el desagüe de los embalses de la cabecera de la cuenca, que apenas han recogido agua de lluvia, pero puede haber tenido una incidencia positiva la menor demanda de recursos estos últimos días. El agua caída estuvo muy bien repartida en la cuenca y ha supuesto un riego para el campo, sobre todo en las comarcas de interior. Esto habría permitido ‘ahorrar’ 4 hm3 en el conjunto de esos embalses respecto al desagüe que se habría producido de no haber llovido nada.
Y es que el aumento de las reservas que se hayan podido registrar en el conjunto de la cuenca no implican necesariamente una mejoría global. Esto es debido a que según datos de almacenaje de ayer, la presa de La Pedrera (que gana el agua del Trasvase y las desaladoras) ha sumado tres hectómetros en cinco días, dejando la media de todos los embalses en 2 hm3 cuando muchos también han perdido algo.
Próximas lluvias
Las restricciones en fase de alerta para el regadío del Segura, según el Plan Especial de Sequías de la demarcación, es de un 25% de reducción sobre los volúmenes que se aportan para el riego. Los próximos meses son cruciales para algunas producciones hortofrutícolas que necesitarán agua para sacar las cosechas adelante.
La próxima semana una DANA pasará sobre la Región, momento en el que se espera que se registren precipitaciones que se prologarán varios días. Esto podrá implicar una menor demanda del agua para riego y permitirá aliviar el sistema global de la cuenca. El Trasvase Tajo-Segura todavía espera enviar 108 hm³ debido a las continuas obras que han paralizado estas operaciones. El Ministerio no prevé abrir el acueducto hasta el 13 de abril, mes en el que se enviaría por última vez 27 hm3 antes de que las reservas en la cabecera del Tajo disminuyan.
La cabecera del Segura pierde capacidad desde hace un año
Los embalses de la Fuensanta, el Cenajo o el Talave han perdido algunos hectómetros cúbicos en los últimos días sin que las lluvias hayan logrado reponer esos desagües. Los tres están entre el 44 y 32% de su capacidad ahora mismo. La tendencia, por lo general, ha sido la pérdida de volumen almacenado sin que las precipitaciones hayan frenado en seco estos datos negativos.
Las primeras lluvias abundantes en varios meses no han tenido un impacto positivo en el almacén de agua de los embalses de cabecera ni entrado ya el río en la Región de Murcia. El embalse de Algeciras o el de Argos han ganado muy poco, menos de un hectómetro, y por encima de este dato está el de Camarillas.
Por otro lado, los embalses de la cabecera del Tajo, Entrepeñas y Buendía, han ganado esta semana 1,58 hectómetros cúbicos y almacenan actualmente un total de 674,25, lo que supone el 26,77 por ciento de su capacidad -que asciende a 2.518 hectómetros-, según los datos aportados por la Confederación Hidrográfica del Tajo.
En este sentido, el embalse de Entrepeñas ha subido 0,16 hectómetros en los últimos siete días y almacena 258,29 de los 813 que puede embalsar; mientras que el de Buendía ha ampliado 1,42 y almacena 415,96 de los 1.705 hectómetros cúbicos que puede contener.
El campo, a favor de preparar el terreno con ayudas para el coste del agua
En plena escalada de precios, con el temor a perder gran parte del suministro de cereales para pienso por la guerra de Ucrania, el sector agrícola ve favorable preparar el terreno de los recursos adicionales en la cuenca del Segura por si la sequía comenzara a restar aportes a las producciones de regadío. Esa visión favorable pasa sobre todo por la batería de medidas encaminadas a buscar «auxilio económico», como lo definió la Consejería de Agricultura en sus propuestas al Ministerio la semana pasada. Abaratar el precio del agua desalada o subvenciones para comprarla, además de cubrir los sobrecostes por la posible explotación de los pozos de sequía entrarían dentro de las medidas económicas.
La Comunidad ya planteó que, en caso de que la cuenca del Segura entre en ‘alerta’ por sequía, se programen las medidas y restricciones de suministro (al regadío) por «zonas, usos y orígenes del recurso, incluyendo las medidas de información pública y preaviso a los interesados».
A esto se suma la petición de que se establezcan unos caudales ecológicos «menos exigentes» en ambas cuencas y que las confederaciones justifiquen las medidas que se apliquen por «el deterioro temporal de las masas de agua por causas naturales excepcionales». Los agricultores también estarían de acuerdo en levantar las restricciones sobre plantas desaladoras como la de Escombreras. Ayer estaba prevista una reunión entre la Consejería y las organizaciones del sector, que finalmente se ha aplazado.
