Cada sector social o profesional de España está tratando en los últimos días de aportar un grano de arena para apoyar a la población ucraniana y rechazar la invasión de Rusia. A este movimiento de fichas se han sumado la Universidad de Murcia y la Universidad Politécnica de Cartagena, que a través de la Conferencia de Rectores (Crue) han apoyado paralizar las relaciones institucionales con universidades rusas. La Crue, junto con la Conferencia de Sociedades Científicas en España y la Federación de Asociaciones Científico Médicas Españolas han recomendado a todas las instituciones académicas que, de tener una cooperación científica con instituciones estatales de Rusia, estas queden de inmediato congeladas «hasta nuevo aviso».

Tanto la UMU como la UPCT no tienen relaciones académicas con universidades rusas, pero votaron a favor de este posicionamiento de Crue en el que, además, se ofrecían a establecer programas de acogida a investigadores ucranianos que se vean forzados a abandonar su país. Estas instituciones consideran la agresión rusa como «un ataque a los valores de la libertad y la democracia, fundamentos de la libertad en la investigación y de las oportunidades de cooperación académica internacional».