La pandemia de coronavirus ha dejado una huella en los profesionales sanitarios que costará mucho tiempo borrar. Las tensiones, los miedos y el estrés vivido durante los dos últimos años ha llevado a que el 44,7 por ciento de las enfermeras murcianas haya pensado en abandonar la profesión, una cifra muy similar a la media nacional (46,5 por ciento) y alejada de la situación en la Comunidad de Madrid, que se sitúa a la cabeza con un 60 por ciento de profesionales que se cuestiona su continuidad en su puesto de trabajo.

Estos son algunos de los datos recogido en el estudio ‘Radiografía de la situación profesional y emocional de la profesión enfermera’, presentado ayer por los responsables del Consejo General de Enfermería de España y con el que se alerta de la fragilidad de unos profesionales que lo han dado todo en este tiempo.

Dos años prácticamente ininterrumpidos de pandemia por covid han tenido un impacto demoledor en las enfermeras que trabajan en España. «Y el problema es que no se atisba la salida porque la lucha contra el virus mantiene en un bucle asistencial a casi el 80 por ciento de los profesionales, que se ve obligado a dedicar la mayor parte de su tiempo de trabajo al covid y no puede prestar la asistencia que querría al resto de sus pacientes», apunta el informe.

El resultado de tantos y tantos meses de desgaste ha tenido consecuencias muy graves para la salud metal de estos profesionales, ya que el 87,2 por ciento de las enfermeras murcianas se han visto afectadas psicológicamente por la pandemia, el 31,9 por ciento dicen que la covid les ha afectado ‘mucho’ y un 55,3 por ciento afirman que ‘bastante’.

En este caso, la Región de Murcia se sitúa como la tercera comunidad autónoma con un mayor impacto psicológico sobre sus enfermeras, sólo superada por Madrid (88,2 por ciento) y Baleares (87,5 por ciento).

Entre las consecuencias emocionales de la covid destacan el estrés (88,5 por ciento), la ansiedad (67,5 por ciento), el temor o el miedo (58,4 por ciento) y el insomnio (58,6 por ciento).

El informe del Consejo General de Enfermería también apunta que esta situación ha llevado a que el 13,8 por ciento de las enfermeras murcianas se haya tenido que coger una baja laboral derivada de la carga emocional de la pandemia y que el 19,1 por ciento del total considere estar totalmente desbordada por la situación.

El presidente del Consejo General, Florentino Pérez Raya, afirma que se trata de una macroencuesta histórica que pone de manifiesto la situación insostenible que vive la profesión enfermera y su creciente indignación. «Nuestro objetivo era cuantificar y conocer con exactitud el impacto generado por la covid entre las 275.000 enfermeras en activo que trabajan en centros sanitarios, públicos y privados, de toda España», explica.

Florentino Pérez Raya insiste en que estamos ante «una radiografía rigurosa que viene a demostrar la presión asistencial y de todo tipo a la que están sometidas las enfermeras. Una situación que viene de muy atrás y que desde hace dos años se ha agravado por la pandemia». Por lo que ha recordado que «España sufre un déficit crónico de enfermeras que pone en peligro el sistema sanitario y el bienestar de una sociedad cada vez más envejecida y aquejada de enfermedades crónicas».