La sexta ola del coronavirus mantiene la campaña de rebajas bajo mínimos. Ni las tiendas del centro de Murcia ni los centros comerciales han conseguido este año el tirón de anteriores campañas, que los comerciantes no acaban de explicarse, aunque la patronal Coremur lo atribuye al repunte de los contagios. Además, la cancelación de las fiestas navideñas en las empresas y de las comidas familiares han impedido mantener la demanda de los años anteriores a la pandemia, dado que parte del gasto está ligado a los encuentros sociales.

Las rebajas dejaron de estar reguladas por ley hace casi una década, pero el comercio sigue manteniendo las campañas de invierno y de verano como un reclamo para atraer a la clientela y dar salida a los artículos de temporada sin vender.

Sin embargo, el incremento de los contagios que se produjo a finales de año y las restricciones están lastrando las ventas en unos de los momentos más esperados por las empresas.

Carmen Piñero, presidenta de la federación regional Comercio de la Región de Murcia (Coremur), cree que la campaña de invierno empezó a desinflarse después del puente de diciembre y no ha conseguido remontar. «El consumo está hundido, asegura.

La presidenta de la patronal regional del comercio recuerda que los meses de otoño hacían prever una campaña de Navidad mejor. «Noviembre no es que fuera bien, aunque parecía que se empezaba a vender; pero después del puente la venta se paró», asegura.

Las tiendas de moda han acusado especialmente la falta de clientela desde que se recrudeció la pandemia, dado que las restricciones en el aforo de la hostelería, la suspensión de los eventos públicos y de las celebraciones familiares han reducido el consumo de forma drástica.

«Después de Navidades se ha producido un parón casi en seco. Se ve poco movimiento en las tiendas», asegura Isabel Noguera, del colectivo de comerciantes de las calles Sociedad y Jabonerías del centro de Murcia. A su juicio, tampoco «la Navidad ha sido normal».

«Todo lo que son restricciones va restando. Si no sale, la gente no se compra la ropa de Navidad ni tampoco calzado. Ya en la temporada de bodas se compraba con miedo», recordaba.

También las grandes cadenas están teniendo una campaña de rebajas atípica.

En Mango aseguran que en lugar de venderse los abrigos y la ropa para el frío, tal y como sería previsible en esta época, se están vendiendo «camisetas de manga corta y faldas».

También Tramas, una cadena que vende ropa de hogar, ha notado «un bajón en las ventas», que resulta perceptible no solo entre los comercios del centro, sino también en centros comerciales como Nueva Condomina.

La mitad de las ventas de informática se ha desplazado a los canales online

El comercio electrónico también está suponiendo una fuerte competencia para las tiendas físicas, que se acrecienta sobre todo en la tecnología. La demanda de productos informáticos no se ha visto perjudicada por la pandemia, dado que estos equipos se han convertido en una herramienta imprescindible para la comunicación personal e incluso para el trabajo en muchos hogares, pero gran parte de las ventas que genera este sector no pasan ya por el comercio tradicional.

«Más del 50 por ciento de las ventas de informática se desarrolla a través del comercio online», según indicó María Monteagudo, representante de los comerciantes de la patronal de Cartagena (COEC).

Monteagudo da por hecho que las tiendas físicas ya no podrán recuperar a los clientes que han emigrado a los canales digitales, dado que tienen que afrontar cargas que no existen en el comercio electrónico. «Cuando el cliente ha aprendido a comprar por Internet, ya no se vuelve a recuperar. Los que tenían miedo, se han acostumbrado», asegura.

No obstante, precisa que las empresas siguen acudiendo a las tiendas físicas de ofimática porque «les ofrecen servicios» que necesitan.