No hay forma de que arranque, de nuevo, el proyecto para la regeneración de la bahía de Portmán. En la primera quincena de diciembre debía estar publicada la licitación del contrato por el que una consultoría redactaría el procedimiento de las nuevas obras de recuperación de este enclave natural.

A esto se comprometió el secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, quien dejó claro que las reivindicaciones de los vecinos en relación a cómo debían ejecutarse las obras estarían recogidas en el nuevo proyecto.

Un mes y medio después el Ministerio para la Transición Ecológica no ha sacado a licitación esa redacción del proyecto. La razón es que siguen esperando al visto bueno de la Abogacía del Estado, quien tendrá que certificar que esa licitación es correcta y no contiene fallos. Esto es debido a que el anterior proceso de buscar a una consultora para que planteara las nuevas obras se anuló por orden del el Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales, pese a que había una empresa elegida.

Un mes para presentar ofertas y otros cuatro meses para estudiarlas y elegir el proyecto ganador, este es el tiempo estimado para conocer cómo se llevarán a cabo las obras, que fueron paralizadas en 2019. La intención, al menos la que se comunicó a los vecinos en la última reunión de la comisión de seguimiento del proyecto, es adjudicar las obras para que estas puedan comenzar no más tarde de 2023.

En cuanto se elija a una empresa, esta tendrá nueve meses para terminar el proyecto contando con un presupuestos de 220.000 euros. El dinero total fijado por el Ministerio está en torno a los 60 millones de euros, de los cuales 21 ya se han invertido en las primeras fases de las obras frenadas.

Varias máquinas afianzan la mota de la bahía frente a varios pescadores. Iván Urquizar

Siguen los trabajos para consolidar la mota

Los trabajos para consolidar la mota que separa el mar de la enorme balsa que contiene agua mezclada con metales pesados siguen en marcha estos días pese a que el comienzo de estas obras ha acumulado retrasos. La empresa Tragsa está encargada de fijar de nuevo esa línea de tierra que separa ambas masas de agua, ya que los sucesivos temporales y la DANA de 2019 han provocado filtraciones por las que el agua contaminada por los estériles mineros volvía a entrar al Mediterráneo. 

La Liga de Vecinos, que representa a las asociaciones sociales de la pedanía de Portmán, en La Unión, reclamaron estas obras precisamente al Ministerio para la Transición Ecológica con el fin de que el oleaje no levantara ese dique artificial. Esa mota tiene una distancia de un kilómetro de largo y los trabajos están consistiendo en reforzar con muros de piedra de grandes dimensiones todo el tramo final de la bahía.