El Consejo de Ministros aprobó ayer una actualización del real decreto sobre contaminación producida por los nitratos procedentes de fuentes agrarias, una norma que pretende reducir el impacto de estos residuos en las masas de agua como ocurre en el Mar Menor y alcanzar los objetivos ambientales nacionales y europeos. A propuesta del Ministerio para la Transición Ecológica y el Ministerio de Agricultura, esta nueva norma transpone a la legislación española la Directiva europea relativa a la protección de las aguas contra la contaminación producida por los nitratos, que fue aprobada inicialmente hace ya más de veinticinco años.

Con la aplicación de la nueva normativa, se prevé aumentar en un 50 % la superficie de las zonas protegidas, lo que implicaría una reducción del 20 % en el uso de fertilizantes y haría necesarios programas de actuación más rigurosos para alcanzar estos fines. Así, la actualización del real decreto establece criterios más ambiciosos que los actuales para identificar las aguas afectadas por nitratos y determina umbrales más exigentes para la declaración de aguas afectadas y, consecuentemente, para la designación de zonas vulnerables. Para ello, la normativa incrementará significativamente la densidad de estaciones de control, además del número y frecuencia de los muestreos en las aguas para analizar su contenido en nitrógeno y otros contaminantes asociados.

Toda esta información se hará pública para que ganaderos y agricultores ajusten sus pautas de fertilización, quienes deberán preparar un informe cuatrienal que analice la eficacia de las medidas aplicadas, el cual se remitirá a su vez a la Comisión Europea. Los organismos de cuenca y las administraciones hidráulicas podrán establecer limitaciones a nuevas concesiones y a otras actividades sujetas a su autorización.