Como cada año, el 17 de enero, los lugares de culto católicos de toda España rinden homenaje a San Antonio. En este día, el conocido como patrón de los animales es venerado siguiendo una antigua tradición que él mismo inspiró por sus vivencias.

Antonio Abad fue un monje cristiano que nació en Egipto y dedicó su vida a la austeridad más absoluta. Con sólo 20 años, al perder a sus progenitores, el religioso, proveniente de una familia acomodada, decidió desprenderse de todos sus bienes materiales y entregar todo su dinero a los más desfavorecidos. Pasó de una vida de grandes lujos a vivir en una cueva y llevar una rutina ascética.

Quince años después, San Antonio se retiró al desierto para vivir en la más absoluta soledad, condición que sólo se rompía al recibir visitas de otros ermitaños que acudían a él para que les ayudara a encauzar su espiritualidad.

Durante todos estos años de humildad y austeridad, el monje declaró que había descubierto la verdadera sabiduría y el amor divino al observar con detenimiento la naturaleza. Es entonces, cuando se da cuenta de lo que le debe a la tierra, las plantas y los animales, cuando decide empezar a bendecirlos.

Se dice que cuidaba con mimo y esmero de todo ser vivo y es por esto que se le representa con un cerdo a sus pies. Además, la figura porcina ganaría en significado con los años, ya que la tradición de bendecir animales en nombre de San Antonio la comenzaron las gentes de campo.

Antiguamente, los ganaderos rezaban al santo para pedirle que protegiese a sus animales frente a ataques de otras bestias o enfermedades como la peste que podían acabar con sus granjas y llevarlos a la ruina. Es por esto, que San Antón no es sólo considerado el protector de los animales domésticos, sino que también es el patrón de los ganaderos.

Con los años, esta tradición se ha ido moldeando y arraigando hasta el día de hoy, donde cada 17 de enero, iglesias de toda España realizan una bendición a los animales domésticos.

En la ciudad de Murcia, la costumbre es acudir al barrio de San Antón, donde la cofradía de la ermita homónima realiza actividades relacionadas con la festividad. Este año, se ha organizado un triduo los días 13, 14 y 15, celebrando este último día la función principal de la Cofradía, llevada a cabo por el obispo diocesano el Excmo. D. José Manuel Lorca Planes. Hoy, día 17, se realizan dos misas, a las 12.00 y a las 19.30 horas, celebrando a su término la emblemática bendición de los animales.

En Pozo Estrecho, Cartagena, todos los años hacen un auténtico festival en honor a su patrón, San Antón. Durante sus fiestas patronales, además de los actos religiosos, destacan el Baile del Vermut y las barras donde sirven pulpo. Este año, sin embargo, a causa de las restricciones, se han visto reducidos los actos a una romería, realizada el pasado sábado 15, así como un pasacalles el domingo 16 por el barrio de las comparsas. Hoy lunes, a las 11.00 horas, se celebrará una misa en honor al santo y al finalizar se procederá a la bendición de animales.

En relación a las celebraciones en otros municipios cabe destacar la curiosa romería canina que se celebró ayer domingo en Lorca, donde los perros y sus dueños ascienden hasta el castillo de la localidad murciana. Una vez en el castillo se procedió a la bendición y, a su término, se sortearon regalos tanto para las mascotas como para sus dueños.

Descubriendo la historia de la ermita de San Antón

El barrio de San Antón es uno de los más conocidos de la ciudad de Murcia. Tiene rincones realmente bellos, como el jardín de La Seda y la modernista iglesia de San Francisco Javier. En este enclave, nos encontramos con la ermita de San Antón, una construcción que data de la Edad Media, aunque fue reedificada entre 1694 y 1746.

En aquellos tiempos medievales, en ese emplazamiento se estableció un hospital del que se ocupaba la hermandad de San Antón, una agrupación exclusivamente dedicada al cuidado de los enfermos.

Cabe destacar que en 1710 obtuvo el título de santuario real, por decreto de Felipe V l siglo XIX. En la actualidad, la ermita ha cobrado enorme pujanza gracias a las tradicionales fiestas en honor al santo a mitad del mes de enero. En el interior, hay una imagen de Francisco Salzillo, la del ‘Santo Anacoreta’, que fue entregada por el insigne escultor murciano a la Cofradía de San Antón el 25 de abril de 1746.