La entrada de la covid en las residencias de mayores de la Región de Murcia fue devastadora en la primera ola de la pandemia, pero la rápida respuesta para poner en marcha un plan coordinado entre las consejerías de Salud y Política Social ha permitido controlar el virus y proteger a los residentes hasta el punto de que el modelo murciano ha sido «un éxito», registrando la menor letalidad y mortalidad en centros residenciales de toda España, exceptuando a Canarias. Habiéndose evitado también más de un 43 por ciento de los posibles brotes por Coronavirus en las residencias de Murcia.

Así queda recogido en el estudio ‘La seguridad del paciente en las residencias sociosanitarias. La experiencia de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia’ publicado en la revista científica Atención Primaria y elaborado por Lourdes Luzón, Abel Novoa, Enrique Molina, Eva Pérez, Damián Pérez y el grupo Corecaas (Coordinación Regional para la Cronicidad Avanzada y la Atención Sociosanitaria).

Este trabajo muestra que la pandemia ha expuesto la vulnerabilidad de los centros residenciales y la fragilidad de la población que vive en ellos, de ahí que en la Región de Murcia se elaborara un plan regional para atender las necesidades de los residentes.

En este trabajo se tuvo en cuenta toda la red, ya que la Región de Murcia cuenta con 105 centros residenciales de los cuales 63 son residencias de mayores gestionadas por el IMAS, centros en los que había 4.386 usuarios.

La crisis sanitaria ha evidenciado la urgencia de fortalecer el modelo de cuidados que se ofrecen a los mayores y la coordinación entre el ámbito sanitario y sociosanitario, ya que hay que garantizar la cobertura de unas necesidades a pacientes extremadamente frágiles que va más allá de una atención sanitaria y biomédica y en la que se deben tener en cuenta sus preferencias y valores.

Abel Novoa explica a LAOPINIÓN que «el éxito del modelo murciano radica en que es un modelo centralizado, muy planificado, con una capacidad de diagnóstico muy rápida y que permitió aplicar un mismo protocolo en toda la Región de Murcia, algo que no se hizo en otras comunidades autónomas».

La legalidad de este proyecto se aseguró aprobando un decreto por el que se autorizaba al Servicio Murciano de Salud (SMS) a intervenir en las residencias afectadas con casos confirmados.

La estrategia sociosanitaria supuso la puesta en marcha de Corecaas, formada por la mayoría de los profesionales asistenciales que intervinieron en la primera ola, todos ellos coordinados por Abel Novoa.

En estos casos se priorizó la asistencia médica siguiendo la estructura del plan de contingencia y las residencias de mayores fueron medicalizadas por el SMS para contener los brotes. Así, tras la evaluación clínica de los residentes se decidía junto a la familia el mejor lugar terapéutico para su atención.

Menos de un 2% de infección aguda por covid procedentes de residencias

Hasta febrero de 2021 se habían detectado 48.603 casos de infección aguda por covid, de los que el 1,2 por ciento procedían de residencias de mayores.

Los autores del trabajo consideran que teniendo en cuenta el número de profesionales infectados de las residencias, las medidas preventivas tomadas en estos centros han evitado un 43,5 por ciento de los brotes posibles, ya que finalmente quedaron en alarmas sin que ningún residente llegara a infectarse.

Un estudio observacional demostró que las residencias con menos de 20 camas tenían una probabilidad de brote del 5 por ciento, mientras que en aquellas con entre 60 y 80 camas, la probabilidad era del 83-100 por ciento.

En la segunda y tercera ola se medicalizó las residencias «protegiendo a los ancianos» no desplazándolos a los hospitales. «Así no metíamos más casos positivos en los centros hospitalarios y protegíamos a los residentes no trasladándolos y no sacándolos de su entorno, ya que de hacerlo hay más riesgo de que se descompensen», indica Novoa.

Sin embargo, las residencias se enfrentaron a un grave problema de falta de profesionales y bajos ratios, ya que muchos se marcharon al ámbito sanitario, donde estaban mejor pagados. El responsable Corecaas reconoce que es un sector precario y que es necesario actualizar unos ratios que no se han revisado en más de diez años.

PROPUESTAS DE MEJORA

Estructura

  • Adecuar los espacios físicos a modelos de cuidados más seguros.
  • Menor ocupación.
  • Habitaciones individuales con baño propio.
  • Edificios bien ventilados.


Organización

  • Coordinación regional capaz de organizar los recursos y sistematizar las intervenciones de forma homogénea.
  • Estándares de calidad en los centros residenciales que sean evaluados.
  • Sistematizar los pedidos de pruebas y el volcado de resultados.
  • Contar con equipos que cuenten con experiencia.


Formación 

  • Capacitación de las personas que trabajan en residencias en medidas preventivas, atención a la fragilidad y paliativos.
  • Certificación de competencias profesionales.
  • Protocolos para el abordaje diagnóstico y terapéutico.


Coordinación

  • Creación de comisiones en las que intervengan todos los actores: Salud Pública, residencias, Política Social, SMS.
  • Mejorar la coordinación entre niveles asistenciales.
  • Mejorar la coordinación entre residencias y centros de Atención Primaria.


Recursos humanos

  • Mejorar los ratios profesionales.
  • Mejora de condiciones de trabajo y salarios.


Recursos materiales

  • Mismos recursos que tienen los pacientes de la comunidad: glucómetros, básculas, etc.


Cultura sociosanitaria

  • Formación sobre el final de la vida.
  • Planificación de asistencia compartida con las familias.


Sistemas de información 

  • Sistema para compartir información.
  • Formularios específicos para brotes.