La campaña de vacunación en la Región de Murcia continúa a buen ritmo, con tasas de cobertura con una dosis y con pauta completa superiores a la media nacional (93,5 por ciento en la primera y 91 por ciento en la segunda). Sin embargo, aún queda un pequeño grupo formado por algo más de 77.000 murcianos que no ha dado el paso de inmunizarse y son ellos los que tienen un mayor riesgo de complicaciones en el caso de contagio por covid.
Concretamente, el riesgo de fallecer por coronavirus entre los no vacunados se multiplica hasta por 30 respecto a la población que sí ha recibido el compuesto, de ahí que los responsables sanitarios insistan continuamente en la importancia de recibir la vacuna.
La jefa del Servicio de Epidemiología de la Dirección General de Salud Pública de la Consejería de Salud, María Dolores Chirlaque, explica a LAOPINIÓN que para hablar de la diferencia entre fallecidos vacunados y no vacunados no se pueden coger números absolutos, ya que el dato de vacunados es muy superior a la cifra de no vacunados y el análisis sería erróneo. Por ello, aboga por hablar de tasas de incidencia.
En ese caso, afirma que las cifras que manejan muestran que en la población de 30 a 59 años el riesgo de fallecer de los no vacunados se multiplica por 10 respecto a los vacunados, elevándose a 20 en los mayores de 60 años y llegando a multiplicarse por 30 en el caso de la población de más de 80 años.
De cada cien personas no vacunadas diez presentan complicaciones frente a una de los vacunados
«Está claro que las tasas de incidencia siempre son más altas entre las personas que no han recibido la vacuna, tanto en el riesgo de infección, como en el de hospitalización, en complicaciones y hasta en muertes», apunta la especialista. Lo que pone de manifiesto el peso que tiene la vacunación a la hora de contener la pandemia.
Chirlaque reconoce que hasta la evolución del paciente es mucho mejor si ha recibido las tres dosis, algo que estamos viendo en los datos actuales de la sexta ola.
Las cifras que maneja Epidemiología muestran que con picos de cerca de 8.000 nuevos contagios diarios de media los ingresos hospitalarios son la mitad de la tercera ola, cuando se contabilizaban máximos de 2.000 positivos al día. «Se han cuadruplicado los casos mientras que las hospitalizaciones son la mitad que entonces», informa la jefa del Servicio.
Insiste también en que esta realidad se está dando, pese a que Ómicron es más contagiosa, gracias a que los cuadros de la enfermedad son más leves y la población está vacunada, ya que en la tercera ola (enero de 2021) la campaña de vacunación acababa de arrancar y las dosis administradas aún no habían hecho efecto.
María Dolores Chirlaque explica que si de cada cien casos de no vacunados se complican 10, en el mismo grupo de vacunados sólo se complicaría 1, y ahí es donde están los beneficios de la vacuna.
La presencia de Ómicron ha sido creciente en el último mes y de apenas aparecer en las estadísticas ha pasado a ser la variante dominante con más del 80 por ciento de los casos, desplazando a Delta.
También coincide con la jefa de Epidemiología de Salud el portavoz del Comité Covid, Jaime Pérez, quien hace hincapié en que hay que analizar todo el contexto para que no se malinterpreten los datos, ya que las cifras absolutas son engañosas.
Y aunque también se dan muertes entre personas vacunadas, insiste en que esta población suele tener factores o patologías de riesgo, que es lo que les hace empeorar.
«Lo que más evitan las vacunas son las complicaciones y eso lo estamos viendo en esta sexta ola porque aunque no sean cien por cien efectivas, sí que protegen y ayudan a que la infección se pase de una forma leve en la mayoría de los casos».
No obstante, dice que le sorprenden los casos de fallecidos no vacunados mayores de 60 años, cuando esa es una franja de edad en la que hay coberturas de vacunación del cien por cien. «Aunque siempre ha décimas que se nos escapan y puede quedar alguien sin inmunizar», señala.
Jaime Pérez también hace referencia a un estudio de EEUU en el que se señala que el cien por cien de los pacientes vacunados que habían fallecido tenía algún factor de riesgo. Concretamente, en este mismo trabajo se menciona que el 78 por ciento de los pacientes fallecidos tenían hasta cuatro o más factores de riesgo y entre ellos destacaban algunos como son inmunosupresión, enfermedad pulmonar crónica, enfermedad hepática crónica, enfermedad renal crónica, enfermedad neurológica crónica, diabetes y edad de 65 años y más. Por lo que explica que no sólo la edad es un factor de riesgo sino que hay que tener en cuenta también otras complicaciones.