La Consejería de Educación de la Región de Murcia investiga si una joven de 17 años de edad, con un 87% de discapacidad, ha sufrido vejaciones en el centro de educación especial al que asiste desde hace ocho cursos.  

Después de que la madre de la chica pusiese una reclamación, el departamento que dirige Mabel Campuzano ha abierto un expediente para tratar de esclarecer qué ha sucedido, informan fuentes de la Consejería.

Desde Educación mostraron su repulsa a «cualquier mínima vejación» que pueda sufrir un alumno en su centro educativo. Se depurarán responsabilidades en el caso de que se concluya que alguien ha obrado mal y vejado a una chica que, siempre según su madre, ha llegado a estar atada a una silla tres horas, durante las cuales llegó a orinarse encima.

Mª Carmen afirma que su hija ha llegado a casa desde el colegio con "moratones y heridas en las brazos"

Los hechos que se investigan se habrían producido en el Colegio Público de Educación Especial (CPEE) Eusebio Martínez, ubicado en Alcantarilla.

Mª Carmen, madre de la joven, asegura a LA OPINIÓN que su hija ha llegado a casa con «moratones, heridas en las brazos, no sé si le han hincado las uñas… no lo sé». La mujer subraya que, pese a que su hija sufre una grave discapacidad intelectual, «a su manera, se explica», por lo cual ella sabe «perfectamente quién ha ejecutado el castigo». «Pero se creen que a lo mejor yo no lo sé», comenta la mujer, que asegura poseer «un vídeo grabado donde mi hija me dice quién ha sido» la persona que la somete a estas humillaciones.

A lo largo de todos los años que la joven lleva en el centro, «problemas ha habido, pero se han ido solventando. Digamos que a partir del curso pasado empezaron las expulsiones», indica su madre. 

La chica, que este mismo mes cumple la mayoría de edad, sufre encefalopatía crónica secundaria a cromopatía compleja con importante afección cognitiva y de conducta. Además, se le diagnosticó un tumor cerebral, del cual fue intervenida en febrero de 2019. Desde entonces, lleva una válvula en la cabeza. 

En el escrito dirigido a la Consejería de Educación por el abogado de madre e hija, José Manuel Muñoz Ortín, se denuncia que el centro de Alcantarilla pone en marcha para con esta alumna «un protocolo general que no tiene en cuenta sus peculiaridades».

Por ejemplo, sostiene que la chica «ha sido expulsada del centro en distintas ocasiones». «Esta medida disciplinaria se ha adoptado frente una menor discapacitada, que no tiene conciencia del alcance de sus hechos y de la repercusión del castigo impuesto», considera el letrado. Además, «en el comedor es separada del resto de sus compañeros, comiendo sola», remarcan.

En cuanto a atar a una silla a la joven, «este método de retención supone un método totalmente anacrónico, descartado en la mayoría de los centros, que ha sido sustituidos por pedagogías mucho más respetuosas con la dignidad de las personas y mucho más efectivas», remarca el escrito.

La silla en cuestión «tiene una cuña entre las piernas y unas cinchas para sujetar y aprehender a una persona», dice el abogado.

Reacciones "abusivas"

También se hace eco de que la menor ha presentado, al llegar a casa, «signos de haber sido agredida, tales como moratones, arañazos y pellizcos». Se trata de «respuestas y reacciones primarias y abusivas por parte de las personas que les atienden», denuncian.

El abogado de madre e hija, José Manuel Muñoz Ortín, manifestó a LA OPINIÓN que «lo que se está denunciando es una dinámica, una pedagogía, distintas anomalías». Sobre los moratones que presentaba la chica, el letrado dice que «no es fácil acreditar» una agresión a alumnos que «es verdad que son niños con conductas muy problemáticas». «No voy a presuponer que hay intención por parte de un educador a la hora de agredir a un niño», sentenció.

El letrado indica que ya ha mandado el asunto a los juzgados de Lo Contencioso.