¿Personas con problemas serios de audición en un concierto? Conseguir que estos eventos no excluyan a las personas sordas es lo que consigue Secret Sound, una empresa emergente que ofrece un asistente de lengua de signos, un buen sistema de subtitulado y un bucle magnético para que la experiencia sea «lo más completa posible». La muleña Esther Pina, fundadora de este proyecto del que se pueden beneficiar hasta 27.000 murcianos, acaba de ser incluida en la lista Forbes de ‘Los 22 protagonistas que cambiarán el 22’.

¿Cómo se enteró de que formaba parte de esta lista de Forbes?

Me enteré de casualidad. Nadie me dijo nada. Lo vi en LinkedIn y me metí a verlo por curiosidad. Me llevé una sorpresa enorme.

"Encontrarme con otras personalidades en la lista como Ibai Llanos me dejó a cuadros"

¿Y cómo le sienta el título de protagonista del cambio?

No sabría qué decirle, hay cosas que estamos consiguiendo, pero encontrarme con otras personalidades en la lista como Ibai Llanos me dejó a cuadros.

¿Qué es Secret Sound, el proyecto que la ha encumbrado siendo tan joven?

Es una ‘startup’ que trabaja con la accesibilidad de las personas sordas en la cultura en general.

Consigue que las personas que no pueden oír escuchen música. ¿Cómo lo hace?

Tiene sus matices. Si tienen implante coclear, gracias al bucle magnético, sí que pueden escucharla, pero solo disponen de él el 2% de las personas sordas en la Región. Sin este implante, adaptamos todas las herramientas tecnológicas disponibles hoy en día, bien sean del mundo del ‘gaming’ o del audiovisual, para que estos usuarios tengan un asistente de lengua de signos o un sistema de subtitulado aceptable. También ofrecemos un sistema de vibraciones para que puedan sentir el ritmo de una canción. Lo que buscamos es que vivan una experiencia musical lo más completa posible.

¿Solo el 2% pueden tener implante coclear?

Es un porcentaje a nivel internacional. A las personas sordas profundas no se les puede implantar. Es un avance médico del que, de momento y por desgracia, no se pueden beneficiar muchas de estas personas.

¿Y qué es el bucle magnético del que puede disfrutar este 2%?

Es un sistema que capta el sonido y lo transforma en ondas electromagnéticas para que, a su vez, sean captadas por el implante coclear, que lo traduce en sonido. Así las personas sordas pueden escuchar.

"27.000 personas con problemas auditivos podrán beneficiarse de este proyecto en la Región"

¿Cómo acaba liderando un proyecto como este?

Empecé por casualidad. Estaba haciendo un sello discográfico cuando me propuse participar en una carrera patrocinando una causa. Así conocí a Aspanpal (Asociación de Padres de Niños con Problemas de Audición y Lenguaje). Me enseñaron lo que hacían y, en concreto, un proyecto muy chulo que trataba de enseñar a niños sordos a bailar flamenco. Me enamoré, empecé a investigar y me di cuenta de que no hay muchas soluciones para este tipo de discapacidad. Decidí hacer un evento para ellos y, cuando vi que funcionó, me propuse ir con todo y crear finalmente Secret Sound.

Parece un proyecto con muchas posibilidades de evolucionar en un futuro próximo.

Sin duda. Y lo hubiera hecho ya si no llega a ser por la pandemia. Teníamos un concierto preparado en el Teatro Circo con artistas, pero se tuvo que suspender. Nos hemos especializado mucho en eventos online. Vamos evolucionando a la orden del día y adaptándonos a lo que va surgiendo.

¿En qué han consistido exactamente estos eventos?

Hemos hecho accesible el tercer congreso de RSC en el Teatro Circo y también hemos trabajado en muchas jornadas y mesas redondas, eventos en los que normalmente no participan personas sordas. Estamos consiguiendo que asistan. Una vez, una mujer sorda que acudió a una charla que hicimos sobre economía circular nos reconoció al final que no le interesaba nada el tema, pero vino al ver que era accesible. Cosas así demuestran que necesitan estas cosas.

"Tenemos pendiente celebrar un concierto en el Teatro Circo que hubo que anular por la pandemia"

La pandemia no ha acabado, pero se espera que este año se pueda ir volviendo a la normalidad. ¿Se celebrará ese concierto en el Teatro Circo?

Lo estamos deseando. Era el motivo principal por el que empezamos en esto y teníamos mucha ilusión. Nuestra seña de identidad es esa, hacer de los conciertos espectáculos que no excluyan a las personas sordas.

¿En qué se diferenciará este concierto de los demás?

Primero, están los intérpretes en lengua de signos, especializados en música. También contamos con un sistema de subtitulado tanto en pantalla como adaptado a dispositivo móvil (por si algún asistente tiene problemas visuales, que pueda ampliar las letras de las canciones), el sistema de bucle magnético y otro de vibraciones. Sobre este último, a través de un chaleco o cinturón, se divide la música en agudos, medios y graves que se van traduciendo en vibraciones.

¿Tiene previsión de crecer en 2022?

Nos gustaría empezar a hacer cosas fuera de la Región. 2021 ha sido un poco de prueba, al fin y al cabo comenzamos a andar en marzo. Queremos doblar el número de eventos realizados y empezar por fin con los conciertos.

¿A cuántas personas puede beneficiar un proyecto como este?

No hay un número oficial porque las personas con pérdida de audición no suelen contabilizarse, pero se habla de en torno a 27.000 en Murcia.

Como a alguien se le ocurra volver a infravalorar a los jóvenes, habrá que responder con su ejemplo.

Tras entrar en el mundo de las ‘startups’ me di cuenta de que hay mucha gente, incluso más joven que yo, haciendo cosas muy potentes. El ecosistema joven de emprendedores murcianos es bastante tocho, ni siquiera hay que irse fuera para darse cuenta.

¿Ha echado en falta apoyo de las administraciones públicas?

Toda ayuda es poca, pero yo he contado con el apoyo de la Universidad de Murcia (UMU), del Instituto de Empresa de la Región (Info), de distintas iniciativas municipales, de la Asociación de Jóvenes Empresarios (AJE)... He sentido mucho apoyo y, si algún organismo no ha sabido ayudarme, me han puesto en contacto con otro. Lo que faltan son fondos de financiación, pero sé que poco a poco van a más. Lo digo porque trabajo en la Oficina de Emprendimiento de la UMU.