El sorteo de El Niño dejó ayer en la Región de Murcia 450.000 euros gracias al número 44469. En total, seis segundos premios, que equivalen a 75.000 euros cada uno, cayeron en cinco puntos de venta de los municipios de Murcia, Molina de Segura, Beniel y Archena.

En esta ocasión, ninguno de los agraciados se hizo con el décimo tradicional, sino que lo compraron a través de un terminal, haciendo muy difícil conocer a quién ha sonreído la suerte. 

«Ha tenido que ser así, solo hay que ver lo repartido que está por toda España», afirma Miguel Guillén, dueño del estanco de la pedanía archenera de La Algaida, donde se ha vendido uno de los seis 44469 de la Región y que abre todos los días, aunque ayer lo hizo con más ganas. «Da mucha alegría; y no es la primera vez que repartimos premios de la lotería, se está corriendo la voz de la suerte que trae este estanco», explica. 

Miguel Guillén, en su estanco de La Algaida (Archena). L. O.

En la pedanía murciana de Sangonera La Seca también ha sido un estanco el que vendió a un afortunado un décimo con 75.000 euros. Regentado por los hermanos Garnés, Antonio y Candelaria, no dudaron en descorchar una botella de champán para celebrarlo. Y parece que también les sonríe la suerte. El año pasado vendieron un primer premio de El Niño, de 200.000 euros, «y a las dos semanas un primer premio de la Bonoloto».

El punto de venta del Carrefour Zaraíche no pudo ni abrir ayer al encontrarse cerrado el centro comercial

Javier López, a cargo de la administración de Carrefour Zaraíche, en Murcia, ni siquiera pudo abrir ayer su establecimiento al encontrarse cerrado el centro comercial. «Lo celebraremos mañana (hoy) con los trabajadores», anunciaba. Aunque está contento por haber vendido el segundo premio, reivindica el «boleto de toda la vida» en una administración como la suya, con «veinticinco años de trayectoria». Incluso, añade, siempre tienen consignados números completos. «Cuando da más gusto es cuando toca como lo ha hecho en La Rioja», donde se vendió íntegro en una única administración. Es así, como se hacía en anteriores épocas, cuando en las ‘fiestas’ en los puntos de venta de loterías participaban los premiados. 

A Encarna, la lotera de El Esparragal, le pilló la noticia secándose el pelo: "Me tomé un Orfidal de los nervios"

Quien lo vivió con mucha emoción, a pesar de la terminal, fue la vendedora de la administración de El Esparragal. «Me estaba secando el pelo cuando me llamaron para comunicármelo y me tuve que tomar un Orfidal para calmar los nervios», reconoce Encarna Rubio, que se resigna a que «a la informática no hay quien la pare». Venga como venga el premio, no esconde que está «muy contenta» porque «hay mucha necesidad y es muy importante que la gente tire para adelante». 

En Molina de Segura, el 44469 se ha vendido en la administración de la Avenida Picos de Europa, en La Alcayna.

El 44469 se ha vendido en la administración de Beniel. L. O.

Por su parte, el despacho de la Avenida Calvo Sotelo, en Beniel, también ha repartido suerte. Mari Carmen Juárez, la administradora, estaba viendo el Sorteo de El Niño por televisión cuando les llamaron para comunicarles que habían repartido el segundo premio. «Ha sido grandísimo», explica.

Ante la dictadura de los terminales, que resta protagonismo a los afortunados, la emoción la ponen ahora los vendedores de suerte.