La Fundación Jesús Abandonado acaba de inaugurar la vivienda número 11 del proyecto Housing First, implantado en la Región de Murcia desde el año 2017. A diferencia de otros modelos tradicionales de inclusión, en los que el usuario debe pasar por distintas etapas para poder acceder finalmente a una vivienda, en el modelo Housing First el primer paso es la vivienda, la garantía de tener un hogar sin plazos ni obligaciones.

Ángela tiene 36 años y entró en una casa de El Palmar que le proporcionó el proyecto Housing First a primeros de junio de este año.

«No puedo describir la sensación que tuve al meter la llave en una cerradura después de diez años viviendo en la calle», señala esta mujer, que asegura que el proyecto de Jesús Abandonado le ha «salvado la vida».

Admite que arrastra problemas con las drogas durante más de 20 años. Sin embargo, asegura, «a día de hoy solo consumo de manera esporádica, ellos lo saben». Sin embargo, hace poco, durante la estancia en la vivienda, sufrió una recaída con la heroína. «Los trabajadores de Jesús Abandonado me ayudaron y me puse en tratamiento; estoy tomando Suboxone», indica.

Además, esta mujer declara padecer diversas enfermedades mentales diagnosticadas, entre otras: «Esquizofrenia de tipo paranoie, trastorno obsesivo-compulsivo o ansiedad maniaco-depresiva», enumera. Además, aunque no especificó los motivos, Ángela admite que pasó cinco años y medio en prisión. «No me avergüenzo de decirlo, porque soy de las que piensan: arrepiéntete de lo que no has vivido, no de lo que has vivido», sentencia.

Cuando se le pide que describa el momento en el que le comunicaron que sería una beneficiaria del proyecto señala que fue «una pasada, no te lo puedes ni imaginar, llevo más de 10 años viviendo en la calle, durmiendo en el suelo, sin pedir ayuda».

En la actualidad, Ángela trabaja como comercial en la empresa rusa de venta directa y fabricante de cosméticos, ropa, y accesorios Faberlic. Asegura que paga por la casa mensualmente 25 euros, «la casa es para mí, para toda la vida, y no tengo que pagar ni luz, ni agua, ni nada; además voy a Cáritas y tengo asistencia psicológica por parte de Jesús Abandonado».

Sostiene que gracias al proyecto Housing First ha conseguido centrarse y además «he recuperado a mi familia, a mi madre y a mi hijo».

Otro punto importante para Ángela ha sido encontrar trabajo. «Me ha cambiado la vida, y ellos conocen mi historia, y se desplazaron hasta El Palmar la directora y la subdirectora de España para conocerme; esta empresa ha apostado por mí, me han aceptado tal y como soy y ahora soy consultora jefe», comenta emocionada.

Sobre los motivos por los que tocó fondo, Ángela relata que se enganchó a las drogas siendo muy joven. «Agaché la cabeza y sin decir nada me fui de la casa de mi madre adoptiva. Ella me preguntó: ¿Volverás en el último autobús?, y yo respondí: No lo sé».

Otro hito que ha vivido esta mujer en los últimos meses ha sido encontrar a su familia materna, «que resulta que son, somos gitanos».

Espera que el proyecto crezca y se amplíe el número de viviendas, aunque algunos no lo valoran, queda mucha gente que necesita esta ayuda para recuperar su vida».