La inmensa mayoría de la población desconoce sus nombres, sus caras y la gran cantidad de tiempo que dedican de forma altruista a mejorar la sociedad. Sin embargo, estos días muchas personas están viendo reconocida su dedicación como voluntarios, coincidiendo con la celebración del Día Internacional del Voluntariado.
Celebración a la que se suma la Consejería de Mujer, Igualdad, LGTB y Política Social con la convocatoria de los Premios al Voluntariado de la Región 2021. Una iniciativa que, en palabras de la directora general de Servicios Sociales y Relaciones con el Tercer Sector, Lucía Hernández, «no viene más que a reconocer públicamente la labor de muchos ciudadanos anónimos y colectivos que día a día dedican su tiempo a acciones de voluntariado, que no siempre se valoran de forma suficiente ni se conocen por parte de la ciudadanía».
Las modalidades de esta edición 2021 son: ‘individual’, para la persona que se haya distinguido en el desempeño de actuaciones de voluntariado; ‘colectiva’, para aquella entidad que haya destacado por el desarrollo de la acción voluntaria. La modalidad al ‘proyecto’, que reconocerá a aquella iniciativa que haya destacado por su importancia.
Finalmente, y como novedad este año, se ha creado una nueva modalidad referida al voluntariado ‘corporativo’, que premia a aquella organización que haya destacado por el impacto de su responsabilidad social corporativa.
La entrega de distinciones al voluntariado se celebra este jueves en el Auditorio Víctor Villegas de la capital de la Región.
Isabel Caravaca Espín
El pasado 1 de octubre fallecía Rafaela Isabel Caravaca Espín, más conocida como Maribel, quien ha sido una luchadora incansable por los derechos de las personas con esclerosis múltiple. Reivindicación que llevó a esta administrativa de profesión a ser una de las socias fundadoras de la Asociación de Esclerosis Múltiple de Murcia (AMDEM).
Sin embargo, su acción solidaria ha ido mucho más allá, pues esta contable murciana también ha colaborado con otras entidades como Cáritas o la Asociación de Enfermos de Alzheimer. Con su labor, totalmente altruista, contribuyó a conseguir la plena inclusión a nivel social, sanitario y laboral de las personas con esclerosis múltiple, y a luchar por sus derechos y bienestar.
«Maribel ha sido el alma máter de la asociación, ya que desde su fundación no ha habido un día en que no se haya preocupado por el funcionamiento de la entidad. Su legado aún perdura en el funcionamiento de la entidad», afirma Lucía Martínez, trabajadora social de AMDEM.
En definitiva, la trayectoria vital de Maribel, su labor de participación y promoción de diversas iniciativas solidarias de voluntariado, así como su compromiso con la sociedad y su concepción de la acción voluntaria han sido los principales factores que la han hecho, a título póstumo, merecedora del galardón.
Unidad de Mediación Intrajudicial del TSJ
A pesar de lo que todos podamos pensar, también hay un gran número de abogados, psicólogos y juristas que dedican su tiempo al voluntariado. Una muestra de ello es la Unidad de Mediación Intrajudicial, la cual ofrece un servicio de mediación gratuita en procesos judiciales abiertos: rupturas de pareja, herencias, comunidades de propietarios...
«Nuestra principal misión es acercar la Justicia al ciudadano, humanizarla. Aquí no trabajamos con expedientes, sino que trabajamos con personas. Por tanto, el protagonismo tiene que recaer en las personas y no en los profesionales», explica Carmen Marín, letrada jefa de UMIM.
Un programa que, en la práctica, supone la implicación solidaria y el compromiso de la Justicia con la sociedad. A su vez, es una herramienta para canalizar la acción solidaria de la comunidad judicial y su responsabilidad social, así como un canal de mediación para los ciudadanos.
Loli Hernández Palazón
Sus ansias por ayudar a los demás llevaron a la murciana María Dolores Hernández a fundar, junto al cirujano José Manuel Rodríguez, una pequeña asociación que más tarde se convertiría en la ONG Cirugía Solidaria. A organizar, financiar y hacer crecer esta asociación ha dedicado los últimos 20 años de su vida, siendo probablemente este uno de los hechos que más orgullo le produce.
Además, ha participado en más de treinta campañas de salud en algunas de las regiones más desfavorecidas de África. En Camerún, por ejemplo, consiguió poner en marcha las secciones de maternidad y pediatría, además de realizar revisiones otorrinolaringológicas y odontológicas, así como vacunaciones para las personas con menos recursos.
«Para nada me esperaba este reconocimiento, ya que toda la labor que he realizado ha sido sin ningún tipo de interés. Aun así, es todo un honor ser reconocida en mi tierra», afirma en declaraciones a LA OPINIÓN Loli Hernández.
La Ambulancia del Deseo
Ver la playa por última vez, animar al equipo de su corazón o visitar su pueblo natal. Estos han sido algunos de los deseos satisfechos por la Ambulancia del Deseo, una entidad creada por el enfermero holandés Kees Veldboer.
Esta asociación llegó a la Región de Murcia en 2018 y desde entonces no ha dejado de cumplir deseos. Todo su equipo de voluntarios dedica sus esfuerzos y recursos para cumplir el que, en muchos casos, es el último sueño de una persona que sufre una enfermedad terminal o hacer posible el deseo de una persona incapacitada físicamente por alguna enfermedad.
«Este es un reconocimiento al esfuerzo, al trabajo del voluntario. Pues el voluntario es el motor de la asociación, ya que sin ellos no podríamos hacer nada». Así define Laura Juguera, socia fundadora de la Ambulación del Deseo, el reconocimiento otorgado por la Comunidad Autónoma.
Proyecto 'Talante Solidario'
En la mayoría de casos, el conocimiento adquirido por los voluntarios en el desempeño de sus labores no es reconocido ni a nivel académico ni profesional. Un déficit que ha tratado de paliar la Fundación FADE a través del Proyecto ‘Talante Solidario’, una plataforma online de formación y certificación de competencias blandas o soft skills dirigida a voluntarios para mejorar el impacto de su acción solidaria.
Esta ‘escuela del voluntariado’ ha llegado a 300 voluntarios, y el único requisito es ser miembro de una entidad social, ya que el entrenamiento sobre el terreno es lo que permite adquirir y desarrollar las competencias.
En palabras de María Solís, directora de FADE, este reconocimiento viene a visibilizar «la labor de todas las asociaciones que se han integrado en el proyecto, las cuales han comenzado a reconocer las tareas que desempeñan los voluntarios».
