Es bastante probable que, tanto tú como las personas que te rodean, estéis consumiendo pescado procedente de la acuicultura española sin saberlo. La acuicultura es aún una gran desconocida para muchos; pero, sin embargo, es uno de los sectores más importantes de cuantos forman el sector primario.

La acuicultura es responsable de más de la mitad del pescado que consumimos a nivel global, lo que en 2030 podría llegar a suponer el 62%. En el caso de España, somos el estado miembro de la Unión Europea con mayor cosecha de acuicultura (23% del total).

La acuicultura no es ni más ni menos que la producción en el agua de animales y plantas mediante técnicas encaminadas a hacer un uso más eficiente de los recursos naturales. Básicamente, la acuicultura es el cultivo de mares, ríos y océanos para obtener alimentos de alta calidad respetando nuestro entorno.

Así, la Región de Murcia cuenta con piscifactorías ubicadas en la costa para desarrollar esta actividad, alrededor de la cual circulan mitos que vamos a desmentir.

‘Que el pescado procedente de la acuicultura no tiene frescura, calidad ni sabor’

Falso. Cuando servimos pescado de acuicultura en nuestra mesa, estamos sirviendo un alimento fresco, sabroso y beneficioso para ti y para tu entorno.

‘Que no es sostenible’

Este pescado procedente de la acuicultura es un producto sostenible con mayúsculas. Porque adquiriendo alimentos de acuicultura se contribuye a conservar mares y ríos, ayudando a que se haga un uso responsable de los recursos naturales.

Además, la acuicultura española es una fuente de ingresos muy importante en áreas de tradición pesquera. De esta forma, la acuicultura es sostenible a nivel medioambiental, ya que se ha producido reduciendo el impacto en mares y ríos, pero también a nivel económico, porque al consumir un producto cercano estamos ayudando económicamente a nuestro entorno. Asimismo, es beneficioso para tu propia economía, ya que además de ser productos locales, al reducirse su temporalidad debido a su cultivo, están disponibles todo el año y su precio se mantiene estable.

‘Que no es seguro’

El pescado procedente de acuicultura española es un producto seguro. Debido a las estrictas normativas de la UE, al consumir pescado de acuicultura española tendremos a nuestra disposición una trazabilidad total de los mismos. Esto quiere decir que, desde el inicio de su cultivo, pasando por su crianza y/o engorde, hasta llegar a nuestro plato, el pescado de acuicultura está vigilado al milímetro para garantizar su seguridad alimentaria. Son muchas las personas (alrededor de 40.000 en España) que, desde las granjas de cultivo, trabajan para ofrecer un pescado nutritivo, sabroso y beneficioso para nuestra salud.

Otras tres verdades

Está viviendo un crecimiento exponencial

La acuicultura es el sector productivo alimentario con el mayor crecimiento en todo el mundo (casi un 10% medio anual desde 1984, frente al 3% de la carne de bovino). En la actualidad, proporciona más de la cuarta parte de la pesca total en España, según el Observatorio Español de Acuicultura.

Es un sector cada vez más diversificado

La acuicultura es también el sector que más se ha diversificado. Se crían especies tanto de río como de mar en países de todo el planeta. Además de peces como el bacalao, el rodaballo, la dorada o la lubina, se crían otras variedades menos conocidas en España, como la tilapia, que se ha convertido en mayoritaria en países de aguas tropicales y subtropicales. A medida que la tecnología y los medios lo permiten, el número de especies cultivadas aumenta, como el pulpo o el besugo.

Apuesta fuertemente por la innovación

La acuicultura en España lleva la innovación en el ADN e invierte en investigación y desarrollo de manera continua. Es una de las más avanzadas del mundo, cuenta con destacados científicos, investigadores y centros de formación y acumula proyectos en retos como el del bienestar animal o la sostenibilidad de las instalaciones.