Un estudio del Hospital General Universitario Reina Sofía de Murcia desvela que la mitad de las personas con VIH desarrollan algún tipo del alteración neurocognitiva. De ellos, entre el 70% y el 80% están afectados de manera leve, mientras que entre un 20% y un 30% puede sufrir problemas más graves.

Enrique Bernal, de la Unidad de Enfermedades Infecciosas (UEI) del Reina Sofía, explica que estas alteraciones pueden estar provocadas por cuatro factores: el propio virus de inmunodeficiencia humana, la inmunoactivación que el VIH provoca en el cuerpo, el tratamiento con antirretrovirales que evita el sida y mantiene el virus indetectable o las características de cada persona.

"Influye el estilo de vida del paciente y si ha consumido drogas durante mucho tiempo"

En este sentido, el doctor señala que, además de las particulares genéticas de cada paciente, «influye su estilo de vida, si ha consumido estupefacientes, en qué cantidades y durante cuánto tiempo», ya que las drogas pueden afectar a nivel neurológico.

Este estudio, el único de este tipo que se lleva a cabo en la Región, cuenta con la participación de 130 personas con VIH y lleva en marcha un par de años. Para desarrollarlo, un neuropsicólogo cartagenero Pedro Selma Sáez realiza dos tipos de test a los integrantes de este proyecto. Por un lado, pruebas de cribado para conocer su estado general y, por otro lado, test neurocognitivos en los que se trata de valorar distintos dominios como la afluencia verbal, la velocidad de procesamiento, las funciones ejecutivas, la atención a la memoria de trabajo y las alteraciones motoras.

Estas pruebas desvelan alteraciones en la velocidad para procesar pérdidas de memoria de hechos recientes, dificultad para planificar tareas, alteraciones en el razonamiento y dificultad en la toma de decisiones, entre otras.

Aunque pueda parecer que este tipo de problemas afecta a personas mayores, la mediana de edad del estudio está en los 40 años.

«Estos resultados están acordes a otros que se han hecho a nivel internacional o nacional, pero no deja de sorprender que gente tan joven pueda verse afectada por esta patología», señala Bernal.

En el estudio, en el que participan 130 personas, se trabajará con la estimulación neurocognitiva

Pese al alto índice de afectados, desde la UEI indican que «la mayoría de estos cuadros son asintomáticos», es decir, que no interfieren en la vida diaria de las personas con VIH. «Depende de la profesión, un jubilado puede que no se dé cuenta hasta que se le hace uno de estos test», comentan.

Además, los pacientes que hacen ejercicio de forma regular tienen menor inmunoactivación y mejor función cognitiva.

Por otra parte, la incidencia en los pacientes es «fluctuante». Enrique Bernal afirma que en torno al 15% de ellos pueden empeorar en su déficit de atención o de memoria; no obstante, la misma proporción podría mejorar hasta el punto de que desaparezcan sus alteraciones neurocognitivas.

Los cribados detectan varios cánceres en la Región

El hospital Reina Sofía participa desde 2018 en un ensayo clínico nacional en el que tratan de detectar y diagnosticar en menos tiempo tumores en personas con VIH, que son más propensas a desarrollar la enfermedad. 

Aunque el estudio se paralizó por la pandemia, en la Región de Murcia participan hasta el momento cuarenta personas (unas 700 en toda España). Según explica el doctor de la UEI del hospital murciano Enrique Bernal, ya han detectado varios cánceres. «Ya hemos visto de colon, de próstata, de piel. En uno de los casos, era tan pequeño que no hizo falta tratamiento posterior, solo extirparlo», comenta. El ensayo clínico deberá responder a la pregunta de si bastan cribados convencionales para la detección o si son recomendables los cribados ampliados. 

Sin tratamiento «específico»

Una vez haya terminado este período de pruebas de evaluación, que muestra como un 50% de estas personas sufren algún tipo de alteración neurocognitiva, comenzará la segunda fase del estudio, centrada en la estimulación neurocognitiva.

«Se trata de buscar herramientas que consigan revertir los problemas con los que nos estamos encontrando», afirma Bernal, que reconoce que «no hay tratamiento específico» y que «todos los estudios al respecto son experimentales».

90-90-90

Este estudio va más allá de la línea marcada por la estrategia internacional Fast-Truck a la que está adherida la ciudad de Murcia desde 2019 y que busca el objetivo denominado horizonte 90-90-90. Es decir, que el 90% de las personas con el VIH conozcan su estado serológico, que el 90% de quienes estén diagnosticadas sigan un tratamiento adecuado de manera continuada y que el 90% de las personas en tratamiento consigan suprimir la carga viral, para que se mantengan sanas y se reduzca el riesgo de transmisión del VIH.

Según Bernal, con este tipo de trabajos se persigue un cuarto ‘90’. En este caso, que el 90% de todas aquellas personas con carga viral cero «mejoren su calidad de vida».

Un pinchazo cada dos meses, un cambio de paradigma para la medicación

Desde la UEI del Reina Sofía esperan que durante el segundo trimestre del año que viene comience a tratarse el VIH con una nueva medicación que se tomará por vía intramuscular; es decir, con un pinchazo cada dos meses. «Esto es un cambio en el paradigma, ya que todas las personas con VIH están acostumbradas a tomarse una pastilla o más a diario», explica el doctor Enrique Bernal. 


El ensayo clínico del nuevo tratamiento, que en Murcia ha contado con diez personas, lleva cinco años y ha sido un éxito, ya que es más cómodo y reduce el estigma al poder olvidarse de la medicación para el virus durante dos meses.


El principio activo de la nueva medicación es el cabotegravir y la rilpivirina, que aseguran la adherencia durante sesenta días con una «ventana» de una semana, explica Bernal.