1. ¿Es tan fácil construir alianzas? ¿Qué factores son los que provocan que no lleguen a buen puerto esas uniones?

2. Para lograr Objetivos de Desarrollo Sostenible, ¿es más sencilla la unión de una comunidad local para conseguirlo o de grandes países entre ellos? 

3. ¿La sociedad está polarizada o podemos construir puentes en según qué temas?

4. En el contexto del ODS de este mes. ¿Qué elementos discriminan a unos países frente a otros? 

5. Movimientos como Teachers for Future son cada vez más necesarios, ¿no?

6. ¿Cómo influye la ética en lograr la sostenibilidad?

7. ¿Qué se necesita para que una vida esté a la altura de la dignidad humana? 

8. ¿Cómo podemos lograr una comunicación más humana? 

9. Reuniones como la última Cumbre del Clima evidencian que hay una demanda muy fuerte en la calle por lograr un compromiso firme con el planeta, pero no existe la misma respuesta por parte de las naciones ¿Qué falla en estas situaciones?


María Begoña Alfageme González, decana de la facultad de Educación

"Como educadora me niego a pensar que no se puedan construir puentes"

María Begoña Alfagema

1. Si fuera fácil no tendríamos los problemas que tenemos. Lo importante es educar para que no se tenga miedo en reconocer las diferencias, en tener abierto siempre el canal del diálogo. Reforzar que compartir, empatizar con los otros y saber analizar las situaciones desde distintas perspectivas nos va a llevar a construir alianzas. El profesorado conoce perfectamente la necesidad de contar con todos los miembros de la sociedad para ejercer con eficacia el magisterio ante un objetivo común: la educación de las nuevas generaciones. Pero siempre se pueden construir alianzas, una metáfora de esto ha sido la organización del concierto de la Orquesta Sinfónica de Murcia, realizado a principios del mes de noviembre en el Teatro Circo, entre tres facultades de la Universidad de Murcia (Facultad de Filosofía, Facultad de Letras y Facultad de Educación), la unión de la comunidad universitaria puede ayudar a transformar, a unir y a defender intereses comunes como fue la aportación económica a la Oficina de Atención Social de la Universidad de Murcia.

2.Depende de si nos situamos en un análisis micro o macro, pero en ambos contextos hay posturas diferentes e intereses enfrentados. Es imprescindible el compromiso de los gobiernos, las instituciones internacionales o a las grandes empresas, pero la ciudadanía trabajando en ámbitos locales también es capaz de promover cambios. De hecho, lo local es más cercano a lo educativo. Como educadores sabemos de la importancia de la formación de cada niño y niña, de cada joven, por ejemplo, en el respeto al medio ambiente o en la utilización sostenible de los recursos naturales, ellos construirán el futuro.

3.Como educadora me niego a pensar que no se puedan construir puentes en todos los temas. Todos tenemos la sensación de que la sociedad, los debates políticos, los conflictos sociales se polarizan, pero ahí es donde tenemos que intervenir con la racionalidad, la educación, la formación y los argumentos, no debemos perder la ilusión y el entusiasmo para conseguir acuerdos, para llegar a consensos, porque son ellos los que nos van a permitir avanzar. Tenemos que proveer a nuestros estudiantes de herramientas que potencien la tolerancia, el respeto, las actitudes democráticas, la empatía. 

4.La brecha económica y salarial crea brechas sociales entre los países difíciles de solucionar, pero también la educación. Cada día hay más diferencias sociales y educativas, no solo entre los países, también dentro del mismo país donde aumenta la pobreza. Apostar por cambiar nuestra forma de vida conlleva cuidar más nuestras zonas rurales, conservar las escuelas de estas zonas para que den vida. Las zonas rurales contaban con escuelas que tenían en su interior los valores del desarrollo sostenible, de la igualdad, del respeto, de la colaboración entre todos, por ser en muchos casos escuelas unitarias, y que aportaban su granito de arena a las comunidades donde se situaban, desafortunadamente todos los años tenemos noticias de escuelas que se van cerrando en el medio rural. Distribuir mejor la población en el territorio puede servir para bajar los efectos contaminantes, pero esta población tiene que estar igualmente atendida y con servicios básicos para todos.

5.Todos los movimientos ciudadanos, la participación social y sus contribuciones son bienvenidas, más si vienen desde el mundo educativo y tratan de ser constructivas, de sensibilizar y de hacer aportaciones. Representantes de este movimiento, Teachers for Future, participaron en una actividad realizada en la Facultad de Educación sobre la necesidad de hacer un pacto por el Mar Menor y defendieron las alianzas para la sostenibilidad en contextos educativos. Pero también han participado otros colectivos como son Madres sobre el clima que tratan de abordar estos temas en el ámbito escolar. En el ADN de la profesión docente está la inquietud, el compromiso, la responsabilidad, el ser modelo de nuestros estudiantes, por eso poner sobre la mesa la preocupación por las situaciones de emergencia climática en que estamos viviendo, el desarrollo de la educación ambiental y destacar la importancia del contacto con la naturaleza de nuestros escolares es una forma de contribuir y de construir el futuro entre todos.

6.La preocupación por el desarrollo sostenible y que, por lo tanto, utilicemos los recursos no solo pensando en nuestras necesidades sino también pensando en las generaciones futuras, tiene un gran fundamento ético. Es otra manera de luchar por la equidad, de defender que también los que no están pero que vivirán en nuestro planeta en las próximas décadas tienen derecho a encontrarse el mejor mundo posible. La sostenibilidad debería marcar nuestra forma de vida para no ir empeorando la situación a aquellos que vienen después que nosotros.

7.El artículo 1 de la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea señala que “La dignidad humana es inviolable. Será respetada y protegida”, de acuerdo con la declaración de los Derechos Humanos. La dignidad humana tiene que estar garantizada, necesitamos por lo tanto medidas educativas, económicas y sociales que apoyen la formación de nuestros ciudadanos, que permitan la solidaridad, la tolerancia, el desarrollo de la democracia, la erradicación de la pobreza, rechazando cualquier forma de opresión y violencia. Todos tenemos derecho a la libertad, a ser felices, a vivir en paz.

8.La comunicación se potencia cuando se realiza una escucha activa, cuando se intenta comprender otras posturas, cuando analizas, reflexionas y tratas de entender a los demás, cuando se utiliza la crítica de forma constructiva. Surge de nuevo uno de los pilares en los que se tiene que centrar la formación de los profesionales de la educación. Debemos superar los planteamientos que llevan a la memorización sin comprensión y profundizar en las prácticas que promueven aprendizajes reales a través de la participación activa de los estudiantes, del intercambio de ideas, de la revisión de sus propios conocimientos, en la importancia de una argumentación fundamentada en los aspectos positivos y negativos, en la comprensión lectora, en la importancia de escuchar con inteligencia al otro, pero también en la necesidad de llegar a acuerdos, a alianzas, a consensos. 

9.Prefiero ser optimista, es un paso hacia delante (pequeño, es cierto) pero que confirma el compromiso de todos para lograr la reducción de emisiones contaminantes. Debemos ser conscientes de que puede haber intereses económicos contrapuestos, pero todos observamos que se va imponiendo la idea de invertir en adaptación energética en todos los países y la necesidad de disponer de mecanismos para responder a las grandes catástrofes climáticas, por desgracia, cada vez más frecuentes.

Francisca Pérez Carreño, decana de la Facultad de Filosofía

"Hay un fallo moral en el egoísmo de los privilegiados por mantener su situación"

Francisca Pérez Carreño

1.Lo primero para que una alianza funcione es tener claro y compartir un objetivo. En principio, los Objetivos de Desarrollo Sostenible están claros y son compartidos. El problema reside en los compromisos que es necesario realizar para alcanzarlos. Los intereses y los esfuerzos de las partes son diferentes y los compromisos son también más costosos para unos que para otros. En todo caso, sí hay alianzas que funcionan y supongo que es fundamental que las partes perciban el beneficio que se obtiene de ese funcionamiento.

2.Están relacionados. La unión de grandes países es fundamental, pero muchas veces no ocurre porque los países se ven incapaces de comprometer a sus comunidades con las medidas que serían necesarias. En el seno de las comunidades locales también hay conflictos de difícil solución. No existen las comunidades locales homogéneas. Todas reúnen a agentes con intereses contrapuestos.

3.La polarización es por desgracia un problema global. Perece muy difícil construir puentes entre países sobre migración, por ejemplo, cuyo rostro más triste estamos contemplando estos meses. De hecho, es un tema sobre el que parecemos vivir una regresión, cuando se tiene la tentación de vulnerar, y a veces se vulnera, el derecho de asilo y de refugio que nos obliga. Compartir la defensa inequívoca de los derechos humanos, a la vez que se percibe la complejidad del problema, y se asume la propia responsabilidad en su solución, exige una posición muy matizada y la polarización no ayuda.

4.Me parece muy evidente que son la pobreza y el distinto nivel de desarrollo. Somos los países más desarrollados los que hemos de acometer las mayores reformas.  

5.Sí, claro. Entre sus objetivos señalan la realización de ‘acciones concretas’ sobre Educación Ambiental, así como su independencia política. 

6.Como repiten los activistas: «No hay un planeta B». Esto debería ser suficiente para impulsar una acción decidida por la sostenibilidad. Si no lo es, es porque se carece de sensibilidad ética para percibir el daño, el dolor que el cambio climático está ya produciendo. No se trata solo de la incapacidad de imaginar un futuro catastrófico o de la confianza absurda en que la técnica nos salvará. Por supuesto que hay un fallo moral en el egoísmo de los más privilegiados por mantener su situación, obviando la obligación moral que tenemos con todos los seres humanos, incluidas las generaciones futuras. Pero lo que más me sorprende es la ceguera moral ante el dolor de las personas. 

7.Una vida humana digna es una en la que desarrollamos nuestras capacidades, las que compartimos como seres humanos y las que nos pertenecen como individuos. Naturalmente debemos garantizar que todos puedan desarrollar estas capacidades y lo que es básico es el respeto de los Derechos Humanos. Así que la respuesta teórica es muy fácil. Un poco más en concreto, me parece que una vida digna es la que aspira a disfrutar y a que otros disfruten de la naturaleza, de la infancia, de la amistad, del conocimiento, del arte…

8.Escuchando a los demás, atendiendo a los que no son o no piensan como nosotros. En lo que a nosotras nos compete, está claro, mediante la educación. 

9.Creo que si la demanda en la calle fuera realmente tan alta las naciones llevarían a cabo acciones más exigentes. No, no creo que la mayoría de la población de los países más desarrollados, como España, estemos dispuestos a cambiar nuestro modo de vida, tremendamente contaminante. Echar la culpa a los gobiernos es tirar balones fuera.