El cuento de nunca acabar tiene como protagonista a la bahía de Portmán, en el municipio de La Unión. 33 años de vertidos de estériles mineros a este extinto paraíso costero de la Región de Murcia bastaron para provocar uno de los mayores desastres medioambientales en España. Su recuperación, una pelota que se han pasado diferentes gobiernos en diferentes legislaturas, no termina de arrancar. En la bahía, donde se han llegado a acumular 58 millones de toneladas de desechos mineros, se encuentra colmatada en un 80% y es una de las zonas más contaminadas de la península por plomo, cadmio y mercurio.

Los continuos cambios de planes para alcanzar su regeneración, los recursos judiciales presentados por distintas empresas y las sucesivas paralizaciones de los proyectos han acabado por hartar a unos vecinos que desde 1957 a 1990 vieron como la actividad minera de la empresa francesa Peñarroya provocó que la tierra le comiera al mar 70 hectáreas de terreno con vertidos de lodos llenos de metales pesados.

El secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, se reunió ayer con la comisión de seguimiento de los trabajos de restauración ambiental, donde están representados colectivos vecinales, ecologistas y el Ayuntamiento de La Unión, a quienes les confirmó que el Ministerio para la Transición Ecológica volverá a sacar a licitación en diciembre la actualización del proyecto de regeneración y adecuación ambiental de la bahía de Portmán tras el último retraso sufrido en octubre.

Esta licitación ya salió a concurso antes del verano y tenía como objetivo, contando con un presupuesto de 220.000 euros, preparar en nueve meses las nuevas obras para intervenir en la bahía tras los sucesivos retrasos y paralizaciones de los trabajos. El concurso se adjudicó en junio a la unión temporal de empresas Ibermed y Proes, pero el Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales, dependiente del Ministerio de Hacienda, paralizó la adjudicación al dar la razón de forma parcial a un recurso de nulidad presentado por otra empresa que ni siquiera se presentó al proceso, pero que detectó un fallo en la licitación.

Ahora, corregido el error, Morán ha señalado a la comisión que el proyecto sigue adelante con la publicación del proceso de licitación antes de mediados de diciembre, que deberá estar adjudicado en cuatro meses, según ha podido saber esta redacción. Los vecinos le han recriminado los «contratiempos» que están sufriendo los trámites y han reclamado que se acelere al máximo la nueva licitación.

El presupuesto con el que contará los trabajos de regeneración serán de 60 millones de euros, de los cuales 21 ya se han invertido en las primeras fases de las obras paralizadas en 2019. Tras actualizar el proyecto de regeneración, el Ministerio adjudicará las obras para que estas puedan comenzar no más tarde de 2023. Queda pendiente saber si las obras deberán contar con una nueva Declaración de Impacto Ambiental (DIA).

Morán se ha comprometido a citar a los representantes de la comisión de seguimiento en los primeros meses de 2022 y de forma presencial en Portmán.

Minimizar impactos

La empresa que finalmente redacte el proyecto deberá de contar con las aportaciones que las organizaciones vecinales, sociales y ecologistas realizaron el pasado año. Entre estas valoraciones, la empresa tendrá que redibujar una nueva línea de costa frente a la propuesta en el plan de 2011 y deberá minimizar los impactos ambientales derivados de la turbidez y la introducción de metales pesados en la columna de agua que provocaba la fase del dragado de los estériles. Este dragado de la superficie de la bahía afectada deberá también ampliarse hasta el antiguo puerto y asegurar la estabilidad de la futura playa y de la instalación portuaria.

El proyecto debe contemplar «al menos dos corredores por los que discurran distintas alternativas de cintas transportadoras y dos cortas mineras que se propongan como depósito» de los metales pesados que se extraigan de la playa, según reza el pliego de contratación. La Fundación Sierra Minera y la Liga de Vecinos de Portmán, junta a otras organizaciones, propusieron que la corta donde se depositaran los residuos fuera «cerrada y no abierta como el caso de San José», por lo que proponen una que no tenga valor cultural ni patrimonial.

El Ministerio también menciona en el pliego la posibilidad de construir un puerto pesquero y deportivo como el que ya existió, tal y como demandan los vecinos, una competencia que achaca a la Comunidad Autónoma. En un comunicado, los colectivos vecinales denunciaron ayer que el Gobierno regional todavía no ha dado respuesta a la petición de reunirse con estos representantes formulada hace meses.

Comunidad: «El proyecto sufre un déjà vu permanente»

Los directores generales de Territorio y Arquitectura y de Movilidad y Litoral, Jaime Pérez y Marina Munuera, señalaron ayer después de la reunión de la comisión de seguimiento del convenio para la recuperación de Portmán que el Ministerio «retrasa nuevamente un proyecto estratégico para la Región». Pérez señaló que el «nuevo esperpento del Gobierno de España pone de manifiesto que realmente no tiene ninguna voluntad de querer poner fin a la situación actual de la bahía de Portmán, que paralizó de forma unilateral las obras en 2019 rompiendo el consenso institucional y social alcanzado en 2006». Los directores generales informarán al consejero José Ramón Díez de Revenga de la petición de los vecinos de reunirse con él para tratar el tema del nuevo puerto en la bahía.