Una vez más, el 25 de noviembre, las mujeres llenan las calles para pedir justicia por las víctimas de la violencia de género. En lo que va de año, casi cuarenta agresiones de este tipo han arrebatado la vida a madres, hermanas, hijas y amigas y, por desgracia, son muchas más las que sufren cada día este tipo de vejaciones en silencio.

La violencia machista es, a menudo, una forma de agresión continua que destruye por completo la autoestima de las mujeres que las sufren. Generalmente, se diferencia entre dos tipos de violencia de género, la física y la psicológica. La violencia ejercida sobre el cuerpo de la mujer puede llevar a la víctima a sufrir secuelas muy graves que pueden ir desde lesiones físicas a la muerte. En el caso del maltrato psicológico, las víctimas pueden desarrollar distintos trastornos relacionados con el miedo, la ansiedad y la incapacitación a la hora de realizar actividades rutinarias.

Gracias a un gesto que se hizo viral en TikTok, una víctima de violencia machista que había sido secuestrada pudo informar sin levantar sospechas y ser rescatada

Sin embargo, no sólo existen estos dos tipos de violencia. También se dan muchos casos de agresiones sexuales, en las que la víctima es forzada o coaccionada para llevar a cabo actividades sexuales en contra de su voluntad. Este tipo de agresiones no se centran exclusivamente en la penetración, sino que también abarcan las violaciones dentro de la pareja, la prostitución forzada, la coacción a concebir o a abortar, las mutilaciones genitales, el acoso sexual o los tocamientos indeseados, entre otros aspectos.

Otro de los métodos empleados por los agresores es la violencia vicaria, un tipo de violencia indirecta que se basa en amenazar, agredir e, incluso, matar a los hijos de una pareja o expareja con el fin de someterla y hacerla sufrir.

Además, con el objetivo de controlar aún más a la víctima, muchos agresores ejercen violencia económica o patrimonial. En estas situaciones, se procede a privar de recursos económicos a la pareja o a usurpar o destruir objetos, bienes y propiedades de la persona con intención de dominarla o producirle un daño psicológico.

Ante cualquier señal, denuncia

Todos estos tipos de violencia los sufren mujeres sin que seamos conscientes, dado que muchas no denuncian, tanto por temor a las repercusiones del agresor como por miedo al juicio social. Por ello, es muy importante estar alerta ante cualquier señal de violencia de género que pueda haber a nuestro alrededor.

Si estás sufriendo o conoces a alguna mujer en riesgo de violencia machista, has de saber que tienes diversas vías de comunicación con los organismos gubernamentales.

El Ministerio de Igualdad presta un servicio telefónico de información, de asesoramiento jurídico y de atención psicosocial inmediata por personal especializado a todas las formas de violencia contra las mujeres. Puedes contactar con ellos a través del número telefónico de marcación abreviada 016; por Whatsapp, en el número 600 000 016, y por correo electrónico al siguiente email: 016-online@igualdad.gob.es.

Además, recientemente también se ha viralizado una nueva técnica de comunicación para las víctimas a las que su agresor no deja solas en ningún momento y tienen dificultades para ponerse en contacto con las anteriores vías oficiales. Se trata de un simple movimiento que consiste en levantar la palma de la mano, flexionar el dedo pulgar sobre la palma y cerrar el puño.

Este gesto ha sido popularizado en la plataforma de vídeos Tik Tok por la Fundación de Mujeres Canadienses bajo el lema «necesito ayuda, violencia de género» y ya ha salvado una vida. Se trata de una joven de 16 años que fue rescatada por la Policía de Kentucky (Carolina del Norte, EE UU) después de estar dos días desaparecida. Fue un conductor quien dio la señal de alarma al 911 de que había visto a una niña en peligro al hacerle ésta unas señas que coincidían con las viralizadas en redes sociales.