La Junta Rectora del parque regional de Sierra Espuña se ha mostrado mayoritariamente en contra de permitir la caza del arruí como actividad cinegética, tal y como pedía la Federación de Caza de la Región de Murcia. En una reunión celebrada este miércoles de forma telemática, los representantes de organizaciones y asociaciones vinculados a este espacio protegido han rechazado la vuelta de la caza deportiva a Sierra Espuña, vetada desde 2016 tras una sentencia del Tribunal Supremo que catalogaba a esta especie como exótica invasora. Desde entonces, el control cinegético corre a cargo de los agentes medioambientales y se dejó sin efecto la Reserva Nacional de Caza en este espacio natural.

Presidida por el director general de Medio Natural, Fulgencio Perona, los miembros de la junta han escuchado los argumentos del presidente de la Federación de Caza, Francisco Bastida, que ha defendido el interés económico de esta actividad para el entorno y que, a su parecer, es compatible con el turismo en el parque. Los cazadores señalan que podrían hacerse cargo del control de esta especie frente a los gastos que le supone a la Administración regional. El arruí, una especie originaria del norte de África, fue introducido en Sierra Espuña en los años 70 del siglo pasado por los cazadores y el crecimiento de la población ha supuesto un problema constante para la flora protegida del parque y los terrenos de cultivos cercanos a este espacio protegido.

La Mancomunidad de Servicios Turísticos de Sierra Espuña, junto con la asociación de empresarios de la zona, se ha mostrado en contra de la medida alegando que la apuesta ahora en el parque regional es por atraer un turismo sostenible. Otro argumento empleado por los empresarios turísticos de Sierra Espuña es que las programaciones de actividades en torno a la caza que se han realizado hasta ahora no atrae una inversión real a los municipios que conforman el parque regional, ya que el gasto ha resultado ser menor que con el actual enfoque turístico.

Los ayuntamientos de Alhama de Murcia y Mula se han mostrado en contra de la caza de este ungulado si no hay un consenso previo de todos los implicados en el espacio natural más emblemático de la Región de Murcia. Totana por su parte no se ha pronunciado y a la reunión han faltado otros ayuntamientos como Aledo, Pliego o Librilla. La Consejería de Medio Ambiente tratará de hablar con el resto de municipios que no han estado o no han intervenido para contar con su opinión para lograr "una información más amplia antes de tomar ninguna decisión".

Ecologistas en Acción ha alegado que es incompatible la caza con la actividad de ocio que mantiene el parque y con los miles de turistas que recibe cada año Sierra Espuña. Considera que los cazadores no se harán responsables de posibles accidentes que puedan ocurrir durante las batidas y que esta práctica no repercute a nivel económico en las localidades vecinas. Señalan también la nula intención que tendrían los cazadores a la hora de controlar la especie, ya que se centrarían en los machos con cornamenta y no en abatir a las hembras.

La asociación Meles, una entidad conservacionista que centra sus trabajos en esta zona, apuesta también por priorizar el turismo sostenible y prefiere que la Comunidad siga gestionando el control cinegético de la población del arruí. La caza deportiva entrañaría "cierto riesgo" y señala que el sentir mayoritario de la Junta Rectora "es continuar y reforzar el proyecto actual en Sierra Espuña como destino ecoturístico".

La población actual de la especie en el emblemático parque es de 719 ejemplares, siendo el máximo permitido por los planes de gestión y de ordenación de recursos natural de hasta un máximo de 300 cabezas. En la campaña de 2020 a 2021 los agentes medioambientales abatieron 846 ejemplares. Desde 2014, con los planes de erradicación de la especie que se crearon la Consejería de Medio Ambiente logró reducir el elevado número de individuos los primeros años, pero ahora no se ha logrado dejar el número poblacional por debajo de lo permitido.

Los propietarios de los terrenos en Sierra Espuña se han mostrado a favor de la propuesta de la federación, mientras que las representación agraria ha recordado los continuos daños que hace la especie en las explotaciones aledañas al parque.